En los últimos tiempos, nuestras ciudades se han transformado de manera significativa, y también la forma en que nos movemos por ellas. Las alternativas al coche tradicional ya no son una rareza, y uno de los protagonistas indiscutibles de este cambio es el patinete eléctrico. Se trata de una opción presente en muchísimas urbes importantes del mundo.
Para muchas personas, es una forma más eficiente de desplazarse, sin atascos, y con un impacto ambiental mucho más reducido. Además, se integran perfectamente en lo que se denomina movilidad intermodal: ese concepto que mezcla varios tipos de transporte en un mismo trayecto para hacerlo más eficiente. Muchos usuarios utilizan el patinete para cubrir esos últimos kilómetros que a veces son complicados, como el trayecto desde la parada del transporte público hasta la oficina.
Además, no ocupan espacio, podemos llevarlos a cualquier parte y, sobre todo, siempre que circulemos a la velocidad adecuada son muy fáciles de manejar para el común de los mortales, ese que no quiere coche o la conexión en metro le supone gastar un tiempo excesivo en desplazamientos. El patinete es útil para trayectos cortos (el camino al trabajo o la universidad) o incluso para conectar con otros medios de transporte que nos permitan recorrer una mayor distancia, como el autobús.
Lógicamente, nos interesa alargar la vida útil del aparato lo máximo posible, y por eso es muy recomendable saber exactamente cómo cargarlo de forma correcta.
Los modelos de las marcas Xiaomi, Segway o Cecotec, por nombrar solo unas pocas, utilizan baterías de iones de litio similares a las que se encuentran en nuestros teléfonos móviles y ordenadores portátiles. Este tipo de unidades requieren que las mantengamos de forma correcta para evitar daños y prolongar su vida útil.
Sobre todo, es importante que tengamos en mente una de sus características particulares: su rendimiento y longevidad dependen precisamente de cómo las carguemos y las descarguemos. Si lo hacemos mal, podríamos reducir su autonomía. También corremos el riesgo de sobrecalentarla.
El principio general que debemos seguir es claro: siempre hay que cargar el patinete eléctrico apagado para no producir interferencias en el flujo de energía que entra en la batería. Al tenerlo encendido durante la carga, consumiríamos demasiada energía sin necesidad y solo lograríamos que la batería perdiera eficiencia.
Además, mantenerlo encendido puede producir picos térmicos en el sistema. De nuevo, hay que tratar de evitar el sobrecalentamiento. Las baterías de iones de litio tienden a elevar su temperatura durante el proceso de carga, y, por tanto, no es recomendable acelerar este proceso añadiendo energía adicional.
Un buen ejemplo para saber lo que tenemos que hacer podemos encontrarlo en la serie Xiaomi Mi Electric Scooter. Según las instrucciones del fabricante, “se aconseja cargar el dispositivo siempre apagado para evitar sobrecalentamientos o problemas relacionados con el software que controla la carga de la batería”. En el mismo sentido se pronuncian marcas como Segway, otro de los fabricantes que advierten de la carga mientras el dispositivo está encendido, indicando que puede afectar el rendimiento general de la batería.
Utiliza siempre el cargador original: Por ejemplo, Cecotec, en su línea de patinetes Bongo, recomienda el uso de sus propios cargadores para evitar problemas de sobrecarga o incompatibilidad. Ídem para el resto de marcas.
Evita la sobrecarga: Nunca dejes el patinete conectado al cargador durante demasiado tiempo. Es preferible desconectar el cargador una vez que la batería esté completa y mantener una rutina de eficiencia energética: cargar el patinete por la noche y desconectarlo por la mañana. Nunca dejarlo conectado por períodos prolongados.
No dejes que la batería se agote: Las de iones de litio funcionan mejor cuando se cargan regularmente y no se dejan descargar por completo. Si cae por debajo del 20 %, enchúfala lo antes posible. Así mantendrás su capacidad y autonomía a largo plazo.
Siempre n lugar fresco y ventilado. Las baterías de litio son sensibles al calor. Lo ideal es cargar el patinete en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa o fuentes de calor.