Todos los días del año, salvo los domingos (aunque en ocasiones se publiquen números extraordinarios, como sucedió con el estado de alarma), se publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), el “medio de publicación de las leyes, disposiciones y actos de inserción obligatoria”, tal y como explican desde su propia página web. Se trata de una herramienta fundamental para quienes quieran estar al día de las normativas y leyes que afectan a su día a día.
Se trata de un documento que mantiene a los ciudadanos actualizados de las normas de obligado cumplimiento, pero también de otros datos de interés como la convocatoria de oposiciones, nombramientos o anuncios oficiales como “extractos de convocatorias de becas, premios y otras ayudas y subvenciones”; también se publican sentencias, declaraciones y autos del Tribunal Constitucional.
Son informaciones que se pueden consultar desde su página web, donde se puede acceder a todo lo publicado, ya sea en formato .pdf o seleccionando cada sección de manera individual en función de cuál sea el objeto de interés de quien lo consulta. Una gran cantidad de información que cuenta con un equipo humano detrás para que pueda estar al alcance de los ciudadanos.
Los trabajadores del BOE son funcionarios de carrera de la Administración General del Estado, y aunque no se trata de uno de los trabajos más demandados, lo cierto es que las condiciones no son diferentes a las de otros trabajadores del Estado. De hecho, en alguna ocasión el BOE ha sacado plazas a concurso que han quedado desiertas, tal vez porque no hay demasiada información al respecto o porque su sede se encuentra alejada del centro de la capital, según recogen en El Confidencial.
Para trabajar en BOE es necesario sacarse una oposición, la convocatoria de empleo público aparece cada cierto tiempo y es a nivel nacional, de hecho, queda recogida en el propio BOE. Se tiene en cuenta tanto la experiencia, como la formación y los conocimientos de los candidatos, quien obtenga la puntuación más alta será quien acceda a la plaza de trabajo. Cualquier funcionario que lleve dos años en su destino actual puede presentarse a cubrir estos puestos.
A pesar de lo que se pueda sospechar, el trabajo en el BOE va más allá de la redacción del texto que después se publica, de hecho los puestos cubren diferentes ámbitos laborales, también cuentan con “lingüistas y juristas que revisan los textos”, revelan en 20 Minutos, “hasta jefes de contratación y control de pagos”. Hay trabajos administrativos y de personal de taller y, además de funcionarios, en plantilla también tienen personal laboral.
Los sueldos de quienes trabajan en el BOE no son todos iguales, varían en función de las labores que se desempeñan y del nivel de trabajo ocupado, por lo que cada puesto de trabajo tendrá un sueldo asignado, con sus pagas extraordinarias y sus propios beneficios. Puestos que, como señalábamos antes, no siempre quedan cubiertos, porque, a pesar de que todo el mundo conoce el BOE, lo que se esconde detrás del resultado final no es una labor que todo el mundo conozca.