En verano, lograr que el interior de nuestro coche huela bien no es siempre una tarea sencilla. Con el impacto del calor es más fácil que el ambiente esté mucho más cargado. Las altas temperaturas suelen provocar que ciertos olores se evaporen y se dispersen más rápidamente. El calor también es responsable de acelerar la descomposición de restos orgánicos que puedan haber quedado en la tapicería, como alimentos y bebidas derramadas, sin mencionar a los propios ocupantes del coche. Tendemos a sudar más, y eso se nota.
El uso frecuente del aire acondicionado en esta época también puede contribuir a la acumulación de humedad en el sistema de ventilación. Los microorganismos acumulados en los conductos pueden liberar olores que se dispersan por todo el interior del coche cuando se enciende el aire acondicionado.
Existen multitud de trucos caseros y pequeñas rutinas que pueden ayudarnos a mantener un olor más agradable en el interior del vehículo, desde la limpieza regular de alfombras y asientos al uso de purificadores de aire y ambientadores. La ventilación es otra pata importante de las acciones que podemos tomar. No obstante, hay un truco muy sencillo que lo cambia todo.
Este hack para lograr que el interior del coche tenga buen olor se ha popularizado en los últimos tiempos debido a su alta efectividad y a la sencillez con la que podemos obtener unos grandes resultados con un pequeño objeto de uso común. Solo necesitamos una pinza de madera. Es importante que esté hecha de ese material, por algo que a continuación te desvelaremos.
Lo único que tenemos que hacer es sumergirla o rociarla con alguna colonia o aroma que nos guste y dejar que se impregne durante unas horas. Una vez la madera ha ‘cogido’ el olor deseado, tal y como lo haría la típica vara de un ambientador líquido, restaría engancharla en la rejilla del aire acondicionado para que el flujo de aire reparta el aroma que hemos elegido por todo el interior del vehículo.
En este caso, lo más recomendable es escoger algún olor no especialmente agresivo, ya que en invierno puede resultar desagradable para los ocupantes del coche y cargar demasiado en ambiente (la calefacción también se encarga de dispersar cualquier olor presente en el ambientador o el purificador de aire). Siempre es preferible optar por aromas de baja intensidad. Los que proporcionan los aceites naturales son ideales para conseguir un equilibrio; ese olor que se aprecia en el aire, de fondo, sin asfixiar al resto de ocupantes y amargar el desplazamiento.