¿Cómo hacer tinto de verano en casa?
El tinto de verano es una receta muy típica de España para refrescarse cuando el calor aprieta
La receta original es muy sencilla, pero también se puede variar en función de los gustos de cada cual
Por qué el tinto de verano se llama así
La llegada del calor invita a plantarle cara con recetas refrescantes y que ayuden a superar esas horas en las que las temperaturas son más altas. En esos momentos, nada mejor que una buena sombra y un poco de agua, pero también hay otras opciones para aquellos que quieran ponerle un toque diferente a su día, como el tinto de verano.
Existen varias historias que recogen el origen de esta bebida, pero en lo que todas coinciden es que viene del sur de nuestro país. Mientras que en algunos lugares señalan la feria de Sevilla como su lugar de nacimiento, la mayoría de historias nos traslada hasta Córdoba, concretamente a la Venta de Vargas.
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Fue a principios del siglo XX cuando se habría comenzado a popularizar esta bebida, creada por Antonio Vargas del Moral, propietario del local. Con el tiempo se fue haciendo cada vez más conocida y pasó de ser llamada ‘vargas’, como su creador, a ser conocida como tinto de verano, haciendo referencia a uno de sus ingredientes principales y a la época del año en la que más frecuentemente se toma.
La receta de tinto de verano casero
Se trata de una bebida que guarda muchas similitudes con la sangría, pero contiene menos alcohol, pues esta última se suele acompañar de licores más fuertes. Es una bebida que con el tiempo también ha ido experimentando variaciones, pues no es raro que nos ofrezcan mezclarla con gaseosa o con refresco de limón, al gusto de cada cual. Sin embargo, en origen, solo se preparaba con agua carbonatada, lo que hace que el resto de recetas para prepararla sean versiones de la original. Ni mejores ni peores, solo diferentes.
Así, quienes quieran preparar la receta original, tienen que saber que no podría ser más sencilla, pues el tinto de verano es una mezcla a partes iguales del vino tinto de la zona con gaseosa, eso sí, bien acompañado de una generosa cantidad de hielo, que ayuda a que esta bebida resulte refrescante en los momentos de más calor. Se le suelen añadir unas rodajas de limón, cuya acidez contrarresta el dulzor de la gaseosa.
Lo más importante para que el tinto de verano quede rico es el vino que seleccionemos, porque aunque lo vayamos a mezclar, es importante escoger uno que sea decente. No es necesario invertir una gran cantidad de dinero en él, como si fuéramos a tomarlo solo, pero seleccionar el más barato no le hará ningún favor a nuestra receta. Si es joven y con un punto de acidez bajo, mejor.
Una vez que se conoce la receta original, se puede comenzar a variar como más nos guste, por ejemplo, cambiando la gaseosa por refresco de limón, como ya hemos señalado, o las rodajas de limón por unas de naranja. Hay quien prefiere que el hielo sea en cubitos grandes y otros optan por poner hielo picado, casi como si fuera un granizado, también hay quien le añade un chorrito de vermú.
En cualquier caso, lo importante es encontrar la manera en la que más nos guste y disfrutar de un buen vaso a la sombra, que el tinto de verano hace que tengamos menos calor, pero no nos protege del sol.