El verano no solo ha llegado, sino que en buena parte del territorio lo ha hecho con un calor que invita en todo momento a darse un remojón. Así que es el momento de montar la piscina hinchable –aquellas personas que no tienen una piscina de obra–, una opción cómoda y rápida para disfrutar de un buen rato en familia o con amigos. Claro que antes de nada hay que realizar una primera limpieza, que deberá ser potenciada posteriormente con un adecuado mantenimiento.
Comenzamos con la primera limpieza de la piscina hinchable, tanto antes como después de inflarla. Los pasos que deben darse son los siguientes:
La piscina debe estar completamente deshinchada, ya que de ese modo se facilitará el proceso de limpieza, evitando además posibles daños en la estructura. Hay que tener presente que estamos hablando de materiales muy diferentes a los que se emplean en las piscinas de obra.
A continuación habrá que retirar manualmente la suciedad más visible, como hojas, insectos o residuos. Para ello se puede utilizar un cepillo, una esponja o algún otro objeto similar.
El siguiente paso será preparar una solución de agua tibia con jabón líquido neutro que servirá para limpiar toda la superficie de la piscina, incluyendo las paredes, el fondo y los bordes. Conviene prestar especial atención a aquellas zonas donde se suele acumular la suciedad, como es el caso de las juntas o de los pliegues.
Una vez fregada, se debe enjuagar la piscina con abundante agua limpia para eliminar cualquier resto de jabón.
Como paso opcional es posible desinfectar la piscina, para lo cual es posible emplear algún producto especialmente creado para ello o un poco de lejía con agua y jabón. En este caso habrá que enjuagar nuevamente.
A continuación, hay que secar la piscina con un paño de microfibra para evitar la formación de moho y hongos.
Finalmente, habrá que inflar la piscina siguiendo las instrucciones del fabricante.
Hay que señalar que para lograr una limpieza más profunda, se puede emplear una aspiradora para piscinas.
Limpieza regular y mantenimiento
La limpieza de una piscina hinchable no solo debe hacerse cuando se va a utilizar por primera vez en la temporada de verano, sino que será necesario un mantenimiento adecuado para evitar que acumule suciedad y, como consecuencia, pueda suponer un riesgo para los bañistas.
Sobre la limpieza, hay que apuntar los siguientes consejos:
Debe ser regular y la frecuencia dependerá del uso que se le dé. Por ejemplo, lo más recomendable será limpiarla al menos una vez a la semana. En cuanto al modo de limpiarla, habrá de ser similar a lo anteriormente expuesto. Eso sí, si se da el caso de que no tenga capacidad de depuración, tendremos que vaciarla cada dos o tres semanas para una limpieza más a fondo.
Asimismo, para prevenir que la suciedad se acumule hay que tener presentes los siguientes consejos:
Cuando no se esté utilizando la piscina, es recomendable cubrirla con una lona protectora para evitar que caiga suciedad.
Además, darse una ducha rápida antes de entrar en la piscina ayuda a eliminar el sudor, la crema solar y otros productos que puedan ensuciar el agua.
Si la piscina tiene un sistema de filtrado, hay que usar regularmente el filtro para eliminar cualquier partícula del agua.
Finalmente, revisar la piscina con regularidad para detectar cualquier signo de desgaste o daño.
Por otro lado, el agua debe tener algunos cuidados muy concretos:
Es importante analizar el agua con un kit que compruebe el pH y el nivel de cloro.
En las piscinas más grandes hay que añadir cloro de forma regular para eliminar bacterias y microorganismos.
Finalmente, cuando se decide recoger al final del verano para almacenarla, es importante deshincharla y secarla, así como guardarla en un lugar seco y fresco, alejado de la luz solar directa y de la humedad. Además, será recomendable proteger la piscina con una bolsa.