Un truco para conseguir que las cosas nos duren más es tratarlas con cuidado, mantenerlas siempre limpias y en las mejores condiciones; de esta forma conseguiremos aprovecharlas al máximo y que hará que el dinero invertido en ellas valga la pena. Este es un sistema que sirve para la ropa, para los complementos y también para la decoración.
Aprender cuál es la forma más adecuada de tratar nuestras cosas puede alargar su vida, por eso es tan importante leer las etiquetas de las prendas antes de meterlas en la lavadora y también leer las instrucciones de la lavadora antes de usarla. En el caso de los textiles y las superficies de los muebles pasa lo mismo, cada uno es distinto y hay que limpiarlo de la manera más adecuada.
Los materiales de los muebles de interior no siempre son iguales que aquellos que están en el exterior, que tienen que ser capaces de soportar horas de sol, pero también frío y calor, lluvias y vientos, lo que hace que además se ensucien más y más rápidamente, por lo que aprender a limpiarlos es esencial. Es lo que sucede con las tumbonas de la piscina, de las que solo nos acordamos cuando empieza la temporada de sol y baño.
Las tumbonas son ideales para relajarnos bajo el sol, pero también para crear ambientes relajantes en la zona de piscina, lo que hace que nos interese doblemente mantenerlas limpias y en buenas condiciones, porque así el espacio que hemos diseñado con mimo se mantendrá a nuestro gusto por más tiempo. No podemos evitar, eso sí, que estas acumulen suciedad, polvo o incluso que se manchen con protectores solares y cremas, por eso aprender a limpiarlas es clave.
Un buen almacenaje durante el tiempo en el que no se usa es esencial para ampliar la durabilidad de la misma, así como un mantenimiento constante. Si después de cada uso pasamos un trapo húmedo para eliminar restos de cremas, estaremos ayudando a que se mantengan siempre bien.
Es importante emplear detergentes y jabones suaves, que no dañen la superficie, pero también podemos usar algunos trucos caseros, como una mezcla de agua tibia y vinagre blanco a partes iguales. Este será especialmente eficaz en caso de que haya manchas, si lo echamos sobre ellas y dejamos que actúe unos minutos, veremos cómo las manchas se eliminan al aclararlo con agua limpia.
Algunos cojines pueden lavarse en la lavadora, esto es algo que tendremos que comprobar, como ya hemos señalado, mirando la etiqueta. Los otros los podremos limpiar con agua y jabón y la ayuda de un cepillo de cerdas suaves para eliminar las manchas que pueda haber y, después, para el resto del cojín, usar una esponja para que quede mejor. Para secarlos, es importante eliminar la máxima humedad con un paño y después dejar que se seque al sol.
Un mantenimiento constante y un buen almacenamiento durante el tiempo en el que no se están usando es esencial para que las tumbonas luzcan en las mejores condiciones y pueda disfrutarse de una buena jornada de baño sin tener que pensar en nada más.