Llega el verano y con él aumentan las ganas de vacaciones. Cada cual tiene sus destinos preferidos, hay quien disfruta caminando por las ciudades, descubriendo nuevos rincones y visitando los espacios más emblemáticos. Otros no dudan en respirar profundamente y aprovechar los días libres para pasarlos en la naturaleza.
Montaña o playa son los destinos que más dividen a la gente y, tal y como sucede con la tortilla de patatas, no parece haber una respuesta correcta más allá de los gustos personales de cada cual. Sea cual sea el destino, protegerse de los rayos del sol parece convertirse en una necesidad cada vez más evidente, para lo que en nuestra lista de cosas que llevar de vacaciones no puede faltar una buena sombrilla para protegerse del sol.
Muchos se encontrarán estrenando este elemento, que solemos asociar con la playa, pero que en cualquier terraza, jardín o balcón será igualmente apreciado. Otros muchos verán las condiciones en las que está la sombrilla que tienen y pensarán que es el momento de comprar otra cuando, en realidad, solo necesita una buena limpieza para lucir como nueva.
No son pocas las ocasiones en las que no somos del todo conscientes de que todo se ensucia y, por tanto, hay que lavarlo. Así sucede, por ejemplo, con los utensilios de limpieza, que no siempre somos conscientes de que conviene tener limpios para que cumplan su función. También pasa con las sombrillas, que sufren una gran exposición mientras las estamos usando, lo que hace que su limpieza sea más importante.
Cada sombrilla es diferente y el material del que está elaborado puede hacer que necesitemos emplear diferentes jabones, para evitar dañar su superficie. Eso sí, hay algunas cosas que son comunes a todas, como el primer paso a dar, que es eliminar el polvo y la suciedad que haya podido acumular con la ayuda de un aspirador.
Para la base de la sombrilla, podemos llenar un cubo con agua tibia y un jabón neutro y frotar con un cepillo. En caso de que sea de plástico y veamos manchas amarillas, podemos emplear vinagre blanco, pero si es otro material, puede ser demasiado agresivo. De nuevo encontramos diferencias a la hora de limpiar el mástil y, desde Hogarmanía, recomiendan usar agua, jabón y vinagre si es de plástico, un cepillo y carbón neutro si es de madera y, en caso de que sea de aluminio, una esponja y agua jabonosa suave.
Hay algunas telas de sombrilla que pueden meterse en la lavadora, esta será la mejor opción si es posible. Si no estamos seguros o no es posible lavarla en lavadora, podemos usar un cepillo y emplear una mezcla de agua, jabón líquido y vinagre blanco. En cualquier caso, es mejor evitar productos abrasivos, para no dañarla sin querer; también limpiarla bien antes de guardarla, así cuando la vayamos a usar la siguiente ocasión estará en perfectas condiciones y nos dará menos pereza tener que limpiarla.
Por supuesto, si está rota, dañada o es imposible eliminar las manchas, siempre podemos comprar otra nueva.