La música alegra nuestros días, pero no siempre es bien recibida, por ejemplo, a nadie le agrada tener una melodía en la cabeza que no sabe reconocer, que no tiene claro cómo continúa y que es incapaz de sacarse de ahí por esos motivos. Unos segundos de melodía, que seguramente ni siquiera sean de un reconocible estribillo, que hacen que no seamos capaces de pensar en nada más.
Hasta ahora teníamos que ir con esta carga sobre nuestros hombros, aprovechar la compañía para cuestionarle a la otra persona y ver si entre los dos se reconoce la canción, pero ahora es más que probable que Google tenga la respuesta. Esto es sencillo si, por suerte, hemos sido capaces de asociar un poco de letra a esa melodía, pero si no es así, también podría ayudarnos.
Estamos muy acostumbrados a que Google nos resuelva nuestras dudas, por muy locas que sean o por pocos datos que aportemos al hacer la búsqueda, o la poca relación que tengan con el tema en cuestión. Unos minutos de combinar opciones y pronto tendremos una pista que nos lleve a la solución, pero con las melodías no siempre es así.
Hay muchas aplicaciones que pueden ayudarnos a reconocer una canción que suena en el momento o a las que podemos cantar unos cuantos versos y ellas en seguida nos hagan una lista de canciones que los incluyen. Sin embargo, cuando lo único que tenemos es una melodía, no es tan sencillo que puedan ayudarnos.
Tampoco es seguro que Google pueda hacerlo, pues son muchos los factores que entran en juego, desde las muchas melodías similares que hay en el mundo a las habilidades musicales de quien entone la melodía en el momento. El asistente por voz de Google no hace milagros, si no somos capaces de plasmar la melodía que tenemos en la cabeza, es muy probable que no la encuentra, pero no será por falta de opciones.
Solo tendremos que tararear, silbar o cantar durante 15 segundos la canción que queremos encontrar y, si la encuentra, nos ofrecerá la posibilidad de escuchar la canción, ver el videoclip o leer la letra. Esto se puede hacer a través de la app de Google o del widget de búsqueda, una función que por defecto es para palabras, pero que en el margen inferior nos ofrece la opción de ‘buscar canción’, que es la que nos interesa.
Solo tendremos que pulsar el micrófono mientras entonamos la melodía y cruzamos los dedos. Si hay suerte, Google nos ofrecerá una lista de opciones que se acerquen o ajusten a lo que hemos cantado.
Esto no siempre sirve para poder sacarnos la canción de la cabeza, pero no hay duda de que, en caso de éxito, una preocupación menos tendremos. No nos estamos volviendo locos, podemos ponerle nombre a la canción que hace horas ronda nuestra cabeza e incluso aprendernos la letra, para que la siguiente vez que se cuele en nuestro subconsciente podemos encontrarla sin tener que confiar en nuestras dotes artísticas y la capacidad de Google de entendernos.