X, la antigua Twitter, es una de las redes sociales más utilizadas del mundo y una de las que más interacciones por minuto genera. Millones de cuentas reaccionan cada segundo a las publicaciones, matizan noticias con la función de contexto, responden y generan un flujo casi infinito de información.
La aplicación cuenta a día de hoy con 355 millones de usuarios activos, y en el intercambio de unas cuentas con otras es normal que queramos conocer algunas métricas o busquemos comprender cómo se producen ciertas interacciones entre perfiles, tanto si pertenecen a usuarios amigos como si son de desconocidos.
Salvo que usemos la opción de ‘proteger tuits’ y hagamos privado el perfil, los tuits de X son públicos, es decir, cualquier persona que tenga cuenta en la red social puede ver lo que posteamos. Muchos usuarios se preguntan si es posible saber quién ha visitado nuestro perfil o si se puede acotar de forma más precisa el tráfico que genera nuestro contenido.
La respuesta corta, y la más obvia, es que no vamos a saber esa información. El funcionamiento de Twitter es diferente al de otras redes sociales como Instagram, donde sí es posible comprobar de un solo vistazo quién ve nuestras historias (el equivalente, salvando las distancias, a una serie de impresiones rápidas o tuits de X).
Sin embargo, existen algunas herramientas gratuitas con las que podemos saber de forma un poco más precisa el tráfico que genera nuestro perfil de forma porcentual. Una de ellas, por ejemplo, es Twitter Analytics. Esta sección online especifica nos dice exactamente las estadísticas que tiene nuestro perfil en el mes en curso, tanto si ha aumentado nuestro tráfico como si ha habido un descenso de los perfiles que han consumido nuestro contenido, además de su sexo y su lugar de procedencia.
El rendimiento de nuestra cuenta, la participación por número de usuarios, la cantidad de seguidores nuevos y seguidores que dejan de seguir nuestras publicaciones son datos útiles para muchos tuiteros, que quieren saber si su contenido y su actividad en X les está haciendo ganar popularidad o, por el contrario, van camino de la ‘invisibilidad digital’: impresiones escasas y una popularidad cada vez más reducida, algo que tampoco es tan extraño en una red social cuyo algoritmo es implacable con quienes no tuitean regularmente y generan interacciones constantes con la masa tuitera.
Esta misma comprobación podemos hacerla con cada uno de nuestros tuits. Basta con pulsar sobre el icono de estadísticas para saber el número de interacciones y las visitas a nuestro perfil que ha generado.
Otra forma alternativa de hacernos una idea más precisa de quién visita nuestra cuenta es fijarnos en la tracción de nuestro contenido.
Por ejemplo, un tuit con cierta visibilidad que genere réplicas y se repostee varias veces nos dará una idea de aquellos perfiles en los que ha tenido un impacto, positivo y negativo. Es probable que alguien que no nos siga pero retuitee algo de nuestro contenido acabe por investigar un poco más a fondo quiénes somos. Los nuevos seguidores que tengamos son otra forma más o menos segura de acotar quién visita nuestra cuenta, ya que van a tener que pinchar sobre nuestro perfil para acceder al botón de seguir, y lo más habitual es que echen un vistazo haciendo scroll a nuestros distintos tuits para hacerse una idea del tipo de cuenta y usuario.