¿Cómo limpiar los rieles de una ventana con un rotulador?
Además de los cristales de las ventanas los marcos también conviene dejarlos impolutos
Hay muchos trucos para limpiar los rieles, pero pocos tan prácticos como el del rotulador
Los trucos más efectivos para limpiar los cristales de las ventanas por fuera
Una casa limpia y ordenada requiere esfuerzo, recoger las cosas después de usarlas, ponerlo todo en su sitio cuando ya no lo necesitamos, planificar la limpieza para que no se nos acumule todo el mismo día… Una serie de pasos que son imprescindibles si queremos que todo esté bajo control en nuestro hogar.
Hay tareas que todos conocemos, que hemos aprendido la mejor manera de hacerlas para que nos resulte más sencillo y el proceso sea lo más eficiente. También hay tareas que no solemos hacer, pero eso no hace que sean menos necesarias.
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Si queremos que nuestra casa esté limpia, tendremos que limpiar la casa en su totalidad, sin dejarnos ningún recoveco que haga que todo el resto del trabajo sea en balde. Hay que limpiar las rejillas de ventilación, tenemos que dedicarle tiempo a las juntas de las baldosas y tampoco podemos olvidar los rieles de las ventanas.
El truco del rotulador para limpiar los rieles de una ventana
Al pensar en la limpieza de las ventanas, son los cristales lo primero que nos viene a la mente y lo cierto es que el parte más llamativa de la ventana y la que más llama la atención si está sucia, sobre todo cuando el sol incide sobre ella. Sin embargo, la ventana tiene muchos más espacios a los que prestar atención, como los alfeizares, los marcos o, por supuesto, los rieles.
Tanto si las ventanas son correderas como si tienen otro sistema de apertura, contarán con unos rieles en los que se puede acumular la suciedad, más si dan directamente al exterior. No es raro que en esta zona nos encontremos polvo, pequeñas hojitas y elementos como estos, que corren el riesgo de entrar en nuestra casa cuando abrimos las ventas, por lo que lo mejor es mantenerlos limpios. Si quieres que sea así, usar el truco de la esponja y el rotulador una vez por semana es lo más recomendable.
Para conseguir que no quede recoveco sin limpiar, lo mejor es hacerse con una esponja, un rotulador y un cutter. Una vez que tenemos todo lo que se necesita para poner en marcha este truco, solo habrá que colocar la esponja sobre el riel, marcar con el rotulador el lugar exacto en el que se encuentran y cortar con el cutter, de manera que la esponja se ajustará perfectamente a los rieles, rodeándolos.
Solo será necesario mojar la esponja en agua y jabón y pasarla varias veces sobre los rieles, dejándolos limpios y desinfectados en muy poco tiempo y de una manera más rápida y sencilla. Recuerda secar bien los rieles con un paño seco una vez que estén limpios, para evitar que la humedad acumulada pueda oxidarlos.
Recuerda después limpiar muy bien la esponja o el estropajo, parea evitar que acumule suciedad. Puedes enjuagarlo con lejía, aunque esto podría dañarlo, o también meterlo unos segundos en el microondas sumergido en agua con vinagre de limpieza. Si optas por este sistema, ten cuidado al sacarla porque podrías quemarte.