¿Cómo quitar el mal olor de los tarros?

El orden es clave en muchos ámbitos de la vida, nos ayuda a planificarnos, a calmar la mente y también a encontrar más rápidamente todo aquello que tenemos que buscar en casa. Por eso encontrar un sistema que nos ayude a tener nuestras cosas bien organizadas es esencial, en la vida y en el hogar. 

Además, si conseguimos que nuestra casa esté ordenada, no solo encontraremos todo antes, también podemos darnos cuenta de si nos hace falta hacer una compra para reponer alimentos, si estos siguen en buen estado o si hemos dejado que algo se estropee por dejadez. 

Una despensa ordenada, además de práctica, puede ser muy bonita, escogiendo los recipientes que mejor encajen en nuestros espacios y también entre ellos, para proteger nuestra comida, pero también la estética de nuestros armarios de cocina. 

Muchas personas hacen una visita a su tienda de decoración de confianza, seleccionan los recipientes que más les gustan y listo, pero otras prefieren reutilizar esos botes de cristal que tienden a acumularse en los hogares y en ocasiones guardamos pensando que en algún momento puede que los necesitemos. Es posible que ese instante haya llegado, pero para ello, antes hay que prepararlos

En ocasiones y aunque parezcan limpios, estos botes y tarros acumulan olores, por lo que no podremos llenarlos de nuevo hasta que los hayamos eliminado por completo. Por suerte, hay un truco que nunca falla y que es tan sencillo como práctico. 

El truco para quitar el mal olor de los tarros

Sea cual sea la finalidad que queramos darle a nuestros tarros de cristal, ya sea para poder guardar conservas, recoger la mermelada que llevamos todo el fin de semana preparando, tener un lugar en el que guardar la granola o el espacio perfecto para la harina, el arroz o las legumbres en crudo, lo importante es que los recipientes de cristal estén perfectamente limpios, ya que no queremos que los olores se impregnen y se mezclen. 

El truco para que estos botes luzcan perfectos no solo nos ayudará a librarnos de olores, también es ideal para despegar esas etiquetas que tan útiles nos resultan cuando compramos el producto y tanta rabia nos dan cuando queremos quitarlas porque lo que hay en su interior ya no se corresponde. Tanto si se trata de conseguir una cosa, otra o las dos, la solución es muy sencilla. 

Solo necesitamos una cazuela llena de agua, que pondremos a hervir y donde meteremos el bote y la tapa durante unos minutos. Si queremos asegurarnos de que eliminamos los olores por completo, añadiremos unas rodajas de limón y listo. No hay mejor truco para eliminar esos olores complicados de quitar. 

Si el pegamento de la etiqueta se resiste, frota con un trapo de algodón y un poco de aceite de clavo. Si el mal olor que queremos quitar es de una botella reutilizable, añade una cucharada de bicarbonato de sodio, llénala con agua caliente y agita bien. Deja que actúe toda la noche y después límpiala. Quedará como nueva.