Un móvil sirve para mucho más que llamar, navegar por internet, usar aplicaciones o centralizar herramientas del día a día, como la agenda o el calendario. En ciertas situaciones, nuestro teléfono puede ser clave para asistirnos durante un accidente y para informar de nuestro historial médico a otros, en caso de que lo necesiten. Por ejemplo, ¿qué haríamos si alguien necesitara saber nuestro grupo sanguíneo? ¿A quién deberían avisar en una situación grave?
Son preguntas a las que es necesario responder. Al fin y al cabo, todo el mundo puede sufrir una emergencia en carretera o encontrarse con un problema médico no previsto, por más remota que nos parezca esa posibilidad. Dado ese escenario, lo más importante es configurar correctamente los números de emergencia y los contactos a los que hay que avisar en caso de que nos suceda algo grave y no podamos responder por nosotros mismos.
Dos son los apartados que deberíamos configurar en el teléfono para que la información más relevante sea accesible de un vistazo.
El primero, la información médica: alergias, intolerancias o problemas de salud que necesiten ser abordados de una determinada forma. Un ejemplo sería el de una persona alérgica a la picadura de una avispa con peligro de sufrir un shock anafiláctico.
Tanto iOS como Android cuentan con sus respectivas pestañas de emergencia y datos médicos, que deberemos rellenar.
En Android dependerá de la capa de personalización del teléfono y de la versión del sistema operativo, aunque en casi todos los casos el procedimiento es el mismo.
Además de hacer que el teléfono muestre datos médicos vitales sin tener que desbloquearlo, es también recomendable marcar los contactos a los que habría que llamar inmediatamente en caso de que algo nos pase. De hecho, se puede configurar el teléfono para que ni siquiera tengamos que desbloquearlo cuando accedemos a estos contactos relevantes.