La campaña de la declaración de la renta 2023 comenzó oficialmente hace unos días. Muchos contribuyentes han empezado a elaborar el borrador de su declaración para conocer el resultado: a devolver, con esa paga extra inesperada por cortesía del Fisco que puede ayudarnos a eliminar deudas o a darnos algún capricho; o a pagar, si su retención ha sido menor de la que les correspondía.
Tanto ellos como sus asesores fiscales andan atareados estos últimos días ultimando flecos. Hay que estar al día con Hacienda y hacer las cosas bien para no encontrarse sorpresas más adelante. El que probó la temida ‘paralela’ o el requerimiento de información típico de la Agencia Tributaria, lo sabe.
A la hora de pagar impuestos es importante conocer las retenciones fiscales a las que tenemos derecho, así como todos los supuestos y detalles que afectan a nuestra declaración. La mínima es la del 2%. Pero ¿cuándo se aplica? ¿Cómo afecta específicamente a la renta?
Para poder optar a la retención del 2%, debemos obtener rendimientos del trabajo por debajo de cierto umbral de ingresos. Solo tienen derecho a ella los contribuyentes con un único pagador, no así los que (mala suerte) cuenten con varias fuentes de ingresos de varios empleadores.
Una empresa, a la hora de calcular una nómina, deberá tener en cuenta ciertas circunstancias particulares en la situación del trabajador, como puedan ser el tipo de contrato o las cargas familiares. La retención del 2% afecta específicamente a los contratos temporales, a las becas y a los contratos de prácticas que duren menos de un año. También pueden disfrutarla algunos trabajadores en el sector de las actividades forestales, ganaderas y agrícolas.
Al aplicar este porcentaje, se reduce el impuesto sobre la renta retenido en origen, lo que significa que estos contribuyentes reciben más dinero en sus salarios netos mensuales, en lugar de tener que esperar a la declaración de la renta para que les salga a devolver. Un alivio fiscal importante para aquellas personas con ingresos bajos, que pueden aminorar la presión fiscal durante el año.
Como explican varios expertos fiscales, cuando el trabajador disfrute de uno de un contrato sujeto a esta reducción y, más adelante, tenga otro pagador (en el mismo año) se recomienda solicitar un aumento de la retención de IRPF para ajustar el futuro impacto en el cálculo de impuestos. Si no lo hace, seguramente habrá sorpresas en su siguiente declaración de la renta y le salga a pagar. Como aclaran desde TaxDown, “las empresas no ajustan entre sí la distribución de los porcentajes a lo largo del ejercicio fiscal”.
Existiría otro escenario: el de aquellos contribuyentes que, por circunstancias personales, estén exentos de pagar IRPF. En 2024, para cumplir este requisito, se han de leer atentamente y comunicárselo a la empresa en tiempo y forma para que calcule la nómina de forma correcta: