La calidad del sonido en un sistema estéreo depende, en primera instancia, de la calidad de los altavoces y, en segunda, del uso que se haga de ellos y, por tanto, de su colocación en un espacio determinado. Su correcta disposición puede marcar la diferencia entre una experiencia auditiva promedio y una excepcional.
Por ello, los expertos de Teufel, empresa berlinesa de sonido con más de 40 años de experiencia, han elaborado una guía con consejos prácticos y consideraciones para la colocación óptima de altavoces en diferentes configuraciones, desde sistemas estéreo básicos hasta sistemas de cine en casa avanzados con tecnología Dolby Atmos.
"La colocación adecuada de los altavoces es esencial para aprovechar al máximo cualquier sistema de sonido. Adaptándose a las dimensiones y características acústicas de cada hogar, se puede crear una experiencia auditiva envolvente y cautivadora para disfrutar de las películas, música y juegos favoritos como nunca antes", afirman los especialistas.
En un sistema estéreo básico, donde sólo hay dos altavoces principales, es fundamental crear un "triángulo estéreo" entre los altavoces y la zona de escucha. Esto es aplicable a todas las configuraciones multicanal con altavoces frontales.
Consiste en que los dos altavoces directos principales y la posición del oyente formen un triángulo equilátero o isósceles, con los altavoces ligeramente inclinados hacia adentro a unos 60 grados. El área donde se superponen las líneas de visión entre los altavoces es conocida como el "punto dulce", donde se obtiene la mejor calidad de sonido.
A este tipo de sistemas de sonido se le puede añadir un 'subwoofer', un elemento independiente a la configuración de altavoces que se elija, ya que las bajas frecuencias que emite son levemente captadas por nuestro oído. De todos modos, se ha de procurar que los graves se propaguen por la sala de manera adecuada. Por ello, es muy importante que el dispositivo no esté cubierto por armarios u otros muebles.
"Cuando los sonidos rebotan repetidamente pueden llegar a distorsionarse, creando lo que se llama 'modos de sala', que afectan negativamente a la calidad auditiva. Por este motivo es recomendable ubicar nuestro subwoofer centrado o en una posición ligeramente desplazada entre los altavoces principales y disfrutar así de un sonido más claro y balanceado.
En un sistema de cine en casa 5.1 que conste de seis altavoces (dos frontales, un central, dos traseros y un subwoofer), se deben seguir pautas específicas para garantizar una experiencia de sonido envolvente óptima: los altavoces frontales, que reproducen la música y efectos de sonido, deben colocarse a la misma distancia creando un triángulo con el punto de escucha. Lo ideal sería uno a cada lado de la pantalla, para potenciar aún más la experiencia auditiva, tanto con un sistema 5.1 como 7.1.
En cuanto al altavoz central, lo mejor sería colocarlo en la parte inferior de la pantalla, para una reproducción precisa de los diálogos. Los graves proceden del 'subwoofer' y los altavoces traseros se sitúan detrás del área de escucha para crear un efecto envolvente inmersivo.
Para completar la experiencia de sonido de cine en tu salón, existen altavoces traseros llamados dipolos, que llevan integrados en la base un tornillo para sujetar el soporte de pared, por lo que son mucho más prácticos y cómodos a la hora de instalarlos.
"Puedes girarlos en un ángulo de 45 grados, de manera que un lado emita sonido hacia la pared trasera y el otro hacia la pared lateral, siempre con al menos 10 centímetros de distancia entre sí, para crear un efecto sonoro envolvente perfecto. La distancia entre los altavoces traseros y la posición de escucha debe ser de al menos un metro", detallan los expertos de Teufel.
Por su parte, los especialistas recomiendan sistemas más avanzados, como el 7.1, para salas que superen los 30m2. En estos casos, la ubicación de los dispositivos se vuelve aún más crucial, ya que traen consigo altavoces adicionales para una mayor inmersión. Además de los altavoces frontales, centrales y traseros, se incorporan dos altavoces adicionales detrás del área de escucha para una experiencia sonora aún más envolvente.
Lo ideal es montar los dipolos a un lado de la posición del oyente, a una altura de 1,40 a 2,10 metros, de manera que irradian sonido hacia delante y hacia atrás, nunca directamente hacia la posición de escucha. Se debe prestar atención a la alineación y distancia de estos altavoces para lograr una simetría sonora.
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