¿Cómo saber si un edificio tiene peligro de derrumbe?
Hay señales que nos avisan de que un edificio puede tener problemas estructurales
Aprender a escuchar a nuestro edificio puede ayudarnos a evitar problemas mayores
Los peligros que encierran los edificios en rehabilitación
Los edificios antiguos tienen el encanto que les da el tiempo, pero también tienen ciertos factores en su contra, como todos los detalles sobre materiales y construcción que se han ido aprendiendo a lo largo del tiempo y hace que determinadas construcciones resulten más frágiles o estén desactualizadas con respecto a la construcción moderna.
Cualquier profesional del sector, expertos en detectar los problemas estructurales que pueda tener un edificio, puede confirmarnos si hay peligro de derrumbe, pero también hay algunas señales que pueden ayudarnos al resto de mortales a saber si una edificación puede darnos problemas a medio y largo plazo.
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Cómo saber si un edificio tiene peligro de derrumbe
Siempre es conveniente consultar con un profesional cuando tememos que un edificio pueda tener riesgo de derrumbe. Conocer y estar pendientes de las señales puede ayudarnos a evitar un problema mayor, pero tampoco conviene llegar a conclusiones por nuestra cuenta sin consultar la opinión de los expertos. No obstante, si queremos saber que señales son las que avisan de que un edificio está en problemas, estas suelen ser las más reseñables:
- Grietas. Estas son una de las señales más notables de que un edificio puede estar en apuros, sobre todo cuando comienzan en las esquinas superiores de puertas o ventanas y se extienden hacia el techo. No siempre las grietas diagonales son seña de preocupación, en ocasiones también se producen cuando un edificio se asienta, pero si son nuevas o han aumentado de tamaño es algo a tener en cuenta.
- Deformaciones inusuales, como inclinaciones o hundimientos. Busca zonas de los suelos hundidas o abombadas, incluso lugares en los que se separe de las paredes, para saber si existe riesgo.
- Desplazamientos. En ocasiones puertas o ventanas se mueven, mostrando dificultades para abrirse o cerrarse, esto puede indicar un movimiento inusual en el edificio.
- Ruidos. Esta es otra señal a la que conviene prestar atención, porque si bien escuchar ruidos de vez en cuando es normal, hay ocasiones en las que puede ocultar algún problema, los crujidos, chasquidos podrían ser un indicador.
- Desprendimiento del revestimiento. Si observamos que el revestimiento exterior del edificio comienza a estropearse y desprenderse, podría ser un signo de deterioro estructural.
- Molduras agrietadas, fisuras en elementos portantes, como columnas o vigas, huecos entre las paredes y los techos, chimeneas que se separan de la casa, puertas o armarios que se abren solos…
Aprender a conocer todas estas señales puede resultar clave a la hora de evitar problemas mayores, pues una actuación temprana puede marcar una gran diferencia, sobre todo si hablamos de la seguridad de las personas que habitan ese edificio. Si bien no conviene obsesionarse con ellas, tampoco es buena idea dejar pasar todas esas señales que avisan de que algo no va bien, sobre todo si nos encontramos con varias de ellas.
Un mantenimiento adecuado, así como las revisiones periódicas necesarias, pueden ayudarnos a ganar seguridad y protegernos ante posibles peligros que puedan llegar a poner en peligro la vida de las personas.