¿Cómo hacer un pesto de espinacas en casa?
El pesto, en su forma original nació en la región de Liguria, Italia, y sobre su base se han edificado incontables variaciones
El pesto puede enriquecer una amplia variedad de platos, siendo aderezo, acompañamiento y más
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El pesto, esa emblemática salsa italiana que ha trascendido fronteras y paladares, encuentra en la espinaca un ingrediente que revoluciona su esencia más tradicional. Si eres de los que aprecian la cocina como un arte de constante evolución, a continuación exploramos el proceso creativo a seguir para elaborar un delicioso pesto de espinacas.
Ingredientes para hacer pesto de espinacas
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Necesitarás los siguientes ingredientes básicos:
- Espinacas frescas
- Albahaca
- Queso parmesano o similar
- Aceite de oliva virgen extra
- Ajo
- Frutos secos como almendras, nueces o anacardos.
La proporción y tipos de estos ingredientes pueden variar según la receta específica y las preferencias personales.
Cuatro recetas de pesto de espinacas
El pesto de espinacas admite múltiples variaciones. Algunas recetas sugieren el uso de queso gruyere en lugar de parmesano, o la sustitución de los piñones por nueces o anacardos. Cada uno de estos cambios introduce nuevas dimensiones de sabor y textura, permitiendo a cada cocinero crear una versión del pesto que hable de su propia visión gastronómica.
- Una receta común incluye 1 ¼ taza de espinaca lavada, ¾ taza de albahaca fresca, ½ taza de almendras, 1/3 taza de aceite de oliva, ¼ taza de queso parmesano, 1-2 dientes de ajo, y 1 cucharada de jugo de limón. Con estos ingredientes, el primer paso es sazonar con sal y pimienta al gusto. Para la preparación, simplemente habría que colocar todos los ingredientes en una procesadora o batidora y triturar hasta obtener una consistencia lisa y homogénea, ajustando la cantidad de aceite según sea necesario para lograr la textura deseada a nuestro gusto.
- Otra variante popular utiliza espinacas, queso gruyere rallado, aceite de oliva, ajo, sal, pimienta y nueces picadas. En este caso, se recomienda licuar las espinacas y albahaca con un poco de aceite, pasar a un bol, agregar ajo reducido a pasta, sal, pimienta, aceite de oliva, queso rallado y las nueces, mezclando bien todos los ingredientes.
- Una tercera opción de lo más interesante es el pesto de espinacas y anacardos. Para esta versión, necesitarás 60 g de espinacas frescas, 40 g de anacardos tostados, 40 g de queso Grana Padano, 1 diente de ajo, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, y un poco de sal. La preparación es similar: triturar todos los ingredientes hasta conseguir una textura uniforme y a nuestro gusto.
- Finalmente, una receta más tradicional podría incluir 400 gramos de hojas de espinacas, un puñado de piñones, aceite de oliva virgen extra, 2 dientes de ajo y 75 gramos de parmesano rallado. En este caso, después de triturar las espinacas, se añaden los piñones, el ajo, el aceite y finalmente el queso, mezclando todo hasta obtener una textura homogénea.
Raíces del pesto: Una oda a lo clásico y lo contemporáneo
El pesto, en su forma original, es una amalgama de albahaca, piñones, ajo y aceite de oliva, coronado con la nobleza del queso parmesano. Esta combinación, nacida en la región de Liguria, Italia, ha sido la base sobre la cual se han edificado incontables variaciones. La inclusión de la espinaca en esta receta clásica no es solo un acto de rebeldía culinaria, sino también una invitación a explorar los confines del sabor y la nutrición.
El pesto de espinacas se compone de ingredientes que equilibran armoniosamente el sabor y la salud. Las espinacas frescas, con su vibrante color verde y su perfil nutricional envidiable, son el corazón de esta salsa. La albahaca, con su perfume característico, aporta notas tradicionales. Los frutos secos –almendras, nueces o anacardos– ofrecen una textura crujiente y un sabor terroso, mientras que el queso parmesano o Grana Padano añaden un toque de cremosidad y riqueza. El aceite de oliva virgen extra, elemento esencial en la cocina mediterránea, vincula todos los componentes, y el ajo aporta un picante sutil pero indispensable.
Aunque el pesto es tradicionalmente asociado con la pasta, su versatilidad es tal que puede enriquecer una amplia variedad de platos. Desde un aderezo para ensaladas hasta un acompañamiento para carnes y pescados, el pesto de espinacas se adapta y realza. Incluso puede ser congelado en cubos, ofreciendo una solución rápida y deliciosa para cenas improvisadas.
El pesto de espinacas: Una invitación a la experimentación
El pesto de espinacas es más que una receta; es un testimonio de la cocina como un espacio de creatividad sin límites. Invita a cada cocinero a experimentar, a jugar con sabores y texturas, y a descubrir en cada bocado la historia de un platillo que ha sabido reinventarse a través de los siglos.