Con el paso del tiempo es normal que algunos electrodomésticos que utilizamos adquieran un tono algo distinto del original. El efecto más típico es ese color amarillento que progresivamente va cogiendo el plástico y algunos componentes y botones del aparato. Los factores que lo provocan son variados: la incidencia de la luz, humos en el ambiente (en la cocina, por ejemplo) o la propia falta de higiene del espacio en el que lo hemos colocado.
No se libra ni la nevera, ni el microondas ni cualquier otro aparato que haya entrado en casa con ese color blanco nuevo de fábrica. El amarillo del plástico tan típico de los electrodomésticos que ya tienen tiempo de uso no tiene por qué influir en absoluto en su buen funcionamiento, pero hay que reconocer que es molesto a la vista y no da buena impresión. ¿Se puede devolver de alguna manera el color original al aparato?
Pasos para devolver el blanco a un electrodoméstico
Lo primero que haremos antes de aplicar alguno de los trucos que te explicamos más adelante es limpiar muy bien el electrodoméstico en el que queramos restaurar el blanco original, por ejemplo, un microondas con unos cuantos años de uso. Desinfectarlo nunca es mala idea.
Lo desenchufamos, para no correr ningún riesgo.
En un recipiente de un tamaño suficiente vertemos 250-300 ml de agua y agregamos un chorro de jabón neutro. No queremos dañar la carcasa y los componentes de plástico con algún agente abrasivo.
Con una bayeta de microfibras, repasamos a conciencia el electrodoméstico, tanto el exterior como el interior. Se trata de eliminar las manchas y cualquier resto de polvo o residuo de grasa que pueda haber quedado. Secamos bien al terminar.
Una vez hayamos preparado el aparato para el blanqueamiento, toca usar algunos de los trucos y devolverle al electrodoméstico el color original del plástico con el que vino de fábrica.
La mezcla casera más efectiva es una solución de bicarbonato y agua, que aplicaremos en las zonas decoloradas. Frotaremos muy suavemente con un cepillo de dientes viejo. Dejaremos actuar durante 20 minutos y enjuagaremos con vinagre blanco para neutralizar y eliminar la espuma.
Otra opción es utilizar blanqueadores no clorados como peróxido de hidrógeno o percarbonato de sodio (por ejemplo, los encontraríamos en la crema de agua oxigenada que se usa frecuentemente en las peluquerías). Como medida de seguridad, aplicaremos el producto con las ventanas abiertas en un área bien ventilada, provistos de guantes.
El blanqueador se aplica de la misma manera que el método anterior, untando el plástico que ha amarilleado (lo normal es que este tono esté presente en el exterior del aparato, donde le da la luz, y que el interior del microondas aún conserve el blanco original).
Una vez aplicada la crema de agua oxigenada, cubriremos el electrodoméstico con papel film para que no le dé el aire y dejaremos actuar durante 24-48h antes de enjuagarlo con agua y secarlo bien.