Las tuberías de una casa suelen acabar dando problemas en algún momento. Con el paso del tiempo, es frecuente que se acumulen restos de pelos emplastados, porquería de todo tipo, detritus, migas húmedas y desperdicios que hemos vaciado por descuido o error en el desagüe.
A veces simplemente es una cuestión de falta de atención; otras no realizamos un mantenimiento adecuado y una limpieza periódica con algún aparato que rasque y elimine los residuos adheridos a las paredes, y el resultado salta a la vista: malos olores, agua estancada, desagües que no tragan bien o acaban rebosando por el punto equivocado.
Existe una amplia gama de productos especializados para destaponar tuberías y eliminar los típicos atrancos en el fregadero o el baño. Si nos corre prisa porque el problema es persistente y no podemos darle un uso normal al fregadero de la cocina o del baño, por ejemplo, podemos utilizar mezclas preparadas en casa con productos que tengamos a mano. Hay algunos muy efectivos como el vinagre, el bicarbonato o la sal, que nos van a permitir fabricar un desatascador 100% casero y eliminar rápidamente parte del problema.
El vinagre tiene propiedades que actúan como un desatascador natural en combinación con otros productos.
Cuando mezclamos el ácido acético con bicarbonato de sodio, se produce una reacción química efervescente que libera dióxido de carbono. Esta efervescencia ayuda a soltar y descomponer los residuos y obstrucciones en las tuberías, en especial las grasas, un elemento que suele aglutinar los restos acumulados en las tuberías y formar el típico tapón que no se va cuando usamos un desatascador.
No es la única capacidad limpiadora este producto. Sus propiedades antibacterianas naturales matan muchas de las bacterias que encontramos en cualquier desagüe, las que causan los malos olores que acompañan al típico atranque que se nos resiste.
Es importante remarcar que esta mezcla solo será efectiva con la típica obstrucción menor, esa que es puntual y que se desintegrará cuando la mezcla reactiva de los componentes haga efecto y ablande los restos, momento en el que el agua hirviendo hará el resto, arrastrándolos por la corriente.
Los atascos duros seguramente van a pedir herramientas más potentes, como un desatascador de muelle (se introduce en la tubería y, al girarlo, raspa y desprende los residuos de a las paredes). En ningún caso la mezcla de bicarbonato, vinagre y agua muy caliente podrá eliminar un objeto de cierto tamaño atascado en el fregadero o un tapón de restos acumulados de gran tamaño. En esos casos necesitaremos la ayuda de un fontanero o de desatascadores industriales mucho más potentes.