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Aprovechar los restos de ciertos productos que tenemos en casa puede ser una muy buena idea para darles una segunda vida cuando están a punto de terminarse. No solo contribuimos a nuestro propio ahorro y creamos una filosofía personal de reciclaje, sino que podemos darnos cuenta fácilmente de cómo desechamos ciertas cosas con demasiada facilidad.
Uno de estos residuos es el jabón de manos, que a menudo consideramos inservible cuando apenas quedan unas migas en la jabonera.
Reciclar el sobrante es una excelente manera de reducir el desperdicio y contribuir al cuidado del medio ambiente, sobre todo si tenemos un poco de paciencia y logramos reunir distintos restos de pastillas a lo largo del tiempo.
Vamos a ver algunas maneras interesantes de darle una segunda oportunidad a estas ‘migas’ de jabón que nos han sobrado.
Si hemos reunido pequeñas remesas de jabón de mano de diferentes pastillas, se pueden agrupar en una botella de plástico o una jarra, agregar agua caliente y esperar a que se disuelvan. Una vez se ha enfriado, habremos fabricado un jabón líquido casero perfecto para seguir lavándonos las manos, incluso para la sesión semanal de limpieza de la casa.
Introducimos los restos de jabones de manos de diferentes pastillas en una bolsa de plástico tipo zip y los partimos cuidadosamente utilizando un martillo. También podemos cortarlos con una tijera.
Cuando ya tengamos una masa desmigada de jabón, la separamos en montones y la repartimos en bolsitas de tela o de arpillera. Se trata de fabricar saquitos perfumados para armarios, cajones o alacenas.
El último paso sería introducir una flor seca con un aroma que nos guste. La lavanda es perfecta para el reaprovechamiento de los restos de jabón en estas ‘bolsas de olor’. Le van a dar un aroma increíble al armario, a tu ropa y a la casa.
Si tenemos trozos de jabón de diferentes colores, se pueden usar para crear jabones con distintos tonos. Para ello, derretiremos los restos en recipientes separados y les agregaremos colorantes naturales.
El procedimiento es sencillo: en un molde para pastilla o la propia jabonera, agregaremos una capa del jabón líquido coloreado y esperaremos a que seque. Cuando se haya endurecido, añadiremos una capa de otro color, y así sucesivamente hasta fabricar pastillas únicas con ese toque creativo que da la gradación de colores.
Si lo preferimos, tenemos la opción de crear variedades aromatizadas con ciertas propiedades relajantes, tan solo tenemos que agregar aceites esenciales o extractos naturales de diferentes flores y frutas (lavanda, menta o naranja) para potenciar su efecto con un olor particular.
Algunos aceites esenciales presentes en determinados tipos de jabón, como el aceite de neem, pueden actuar como repelentes naturales.
Rallaremos los restos de jabón y los mezclaremos con agua para crear una solución que puedes rociar alrededor de las plantas para repeler insectos. Aproximadamente 10g de restos de jabón rayado por cada litro de agua caliente.
Efectivamente, los sobrantes del jabón de manos también pueden tener cierta utilidad para lavar la ropa. Podemos rallarlos y mezclarlos con bicarbonato de sodio para crear un detergente de primera. No solo sirve para lavar la ropa, sino que además es una alternativa ecológica fantástica a los detergentes comerciales.