Hay ciertas características que hay que cumplir para poder viajar con el Imserso, pero sin duda lo más importante de todo es haber conseguido plaza, algo que no todo el mundo puede lograr, pues estas son limitadas.
Esto hace que no sorprenda demasiado que, llegado el momento, algunas personas tengan que cancelarlo, por los motivos que sean, pero en estos casos, no siempre se puede recuperar todo el dinero invertido. Es necesario conocer el sistema de cancelaciones para evitar quedarse sin viaje y sin el dinero.
Muchos pueden ser los motivos para querer cancelar un viaje que ya ha sido contratado, en cualquier caso, para cancelarlo hay dos opciones. La primera de ellas es acudir a la agencia de viajes autorizada en la que ha sido contratado, la segunda es hacerlo a través de la página web del Imserso.
En cualquier caso, será necesario presentar una serie de documentos, siendo el más importante de ellos el documento de la reserva, que es la carta que el Imserso envía como garantía de la plaza.
Es también necesario presentar un escrito con los motivos por los cuales no es posible participar en el viaje que se había planificado. Esto tienen que ser motivos justificados, porque de otra manera será imposible que no nos cobren los gastos de gestión por cancelación, que son del 6,2% de los gastos totales.
Los motivos expuestos tienen que ser justificados si queremos que nos devuelvan el dinero íntegro. En esta categoría se encuentran hechos como ingresos hospitalarios, notificaciones judiciales, certificados de defunción… Si existe un justificante de cancelación, el reintegro del dinero abonado será total.
Esto no siempre es posible y en estos casos conviene cancelar el viaje cuanto antes, porque cuanto más tarde se realice, más dinero perderemos.
Si no hay causa justificada, siempre nos cobrarán los gastos de gestión a los que hacíamos referencia antes, aunque avisemos con más de quince días de antelación. Si el viaje lo cancelamos entre 15 y 10 días antes, además de los gastos de cancelación, perderemos otro 5% del dinero invertido.
Si cancelamos el viaje entre 10 y 3 días antes de que este tenga lugar, nos cobrarán un 15% del importe total (o no nos lo devolverán). Si la cancelación tiene lugar 2 días antes de la salida del viaje, el porcentaje de dinero que no recuperaremos será del 25%, una cantidad nada desdeñable, pero que palidece en comparación del 100% que perderemos si tratamos de cancelarlo el mismo día de la salida.
Así, las cosas, lo mejor es solo contratar esos viajes que de verdad nos apetezca hacer en lugar de apuntarnos a todos, porque de no tener una justificación razonable, es más que probable que perdamos dinero. Además, hacerlo así es lo más responsable, porque estaríamos ocupando una plaza de otra persona que sí que querría haber podido ir y no pudo. Por supuesto, si existe un motivo para cancelarlo, es mejor hacerlo que no ir, porque es posible recuperar el dinero.