La esterilla es un objeto esencial en el yoga. Es el espacio acotado donde se desarrolla gran parte de la actividad física y mental durante la sesión. Mientras realizamos las posturas, se establece la conexión con la respiración y se busca el equilibrio interior. Mantenerla limpia no solo es una cuestión de confort, sino también de salud.
La acumulación de sudor, gérmenes y bacterias en el material con el que esté fabricada puede convertirse en un caldo de cultivo para infecciones cutáneas y problemas de salud. Una limpieza regular es una extensión natural de la práctica yogui, ya que no solo previene los riesgos para la salud, sino que también contribuye a preservar la durabilidad de la esterilla y nos asegura una superficie óptima para trabajar las posturas y la respiración. Debemos considerarla como algo más que un objeto que desinfectamos por obligación. Es un acto de respeto hacia nosotros mismos y nuestro viaje a través de esta disciplina.
Aunque existen multitud de fórmulas y mezclas efectivas para limpiar nuestra esterilla de yoga, esta nos asegura que quede bien limpia, desinfectada y con buen olor. Además, es muy fácil de preparar, y no nos van a requerir un gran desembolso económico.
1/3 de vinagre de limpieza
2/3 de agua destilada
Aceite esencial (el que sea de nuestro agrado)
La forma correcta de limpiar la esterilla de yoga
Dependiendo del material con el que esté fabricada, tendremos dos métodos de limpieza posibles. Si la esterilla está fabricada en PVC o un material parecido, podemos lavarlas en la lavadora a un máximo de 30 grados, en un programa de lavado rápido sin centrifugado.
Las esterillas de caucho deben limpiarse a mano en la bañera o en la ducha.
Lo primero que haremos será sacudirla varias veces para eliminar el polvo y cualquier otro residuo que pueda haberse posado sobre ella.
Una vez dado este paso, prepararemos la mezcla de limpieza. En un bol o recipiente ancho mezclamos agua tibia con un jabón neutro no abrasivo, al que podemos agregar unas gotas de vinagre blanco y algún aceite esencial de nuestro gusto. Uno de los más utilizados es del del árbol de té, por su olor agradable y ese vínculo que nos genera con la propia práctica del yoga. Además, tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, por lo que va a ser perfecto para la tarea.
Rociamos la mezcla limpiadora con un spray a lo largo de la esterilla. Debemos asegurarnos de que las gotas cubren toda la superficie.
Para la desinfección y limpieza vamos a utilizar un paño suave que respete la integridad del material de la esterilla. Frotamos cuidadosamente, poniendo especial atención en las áreas de impacto de manos y pies, donde suele acumularse más sudor y suciedad.
Una vez hayamos aplicado por toda la esterilla la mezcla, dejamos que actúe un par de minutos.
Con otro paño empapado y escurrido en agua limpia, enjuagamos la esterilla para ir eliminando los restos de la mezcla limpiadora.
Secamos toda la superficie con una toalla. Antes de enrollarla para guardarla, tenemos que asegurarnos de que no queden restos de solución limpiadora o agua. Con esto evitaremos que se forme moho.
Repetiremos este proceso de limpieza una vez a la semana, si solo practicamos un día. Cada dos o tres sesiones de yoga tocará repetir.