Comer fuera de casa es toda una experiencia. Nos permite descubrir nuevos sabores y disfrutar de ellos sin las molestias que supone hacerlo entre las cuatro paredes de nuestro hogar, donde hay que cocinar, limpiar y lidiar con los olores que impregnan nuestra casa cada vez que cocinamos o comemos allí.
Esto puede llegar a resultar molesto, sobre todo en esas ocasiones en las que cocinamos alimentos que no huelen del todo bien, aunque luego nos encante comerlos, como sucede con el pescado o con algunas verduras.
Aprender a librarnos de esos olores que parecen quedarse más tiempo del deseado puede ser una gran ayuda para volver a disfrutar de las comidas caseras o de aquellas que pedimos a domicilio y disfrutamos sin salir de casa.
El primero de los consejos a seguir es el más lógico y sencillo, una vez que se ha terminado de cocinar, lo mejor para librarnos de malos olores o aromas persistentes, es ventilar la zona para que se renueve el aire.
Este pequeño gesto será mucho más efectivo si, de manera habitual, se ventila el hogar. Es conveniente hacerlo por la mañana, abriendo las ventanas y dejando que el aire circule y se renueve durante unos diez minutos -no es necesario que sea mucho más tiempo-. Será perfecto si conseguimos crear corriente entre las ventanas, porque el aire circulará mejor.
En la cocina, es también buena idea abrir la ventana cuando empezamos a cocinar, de este modo, los aromas indeseados no permanecerán demasiado tiempo dentro de nuestra casa. Los expertos también recomiendan para evitar que los olores se queden, limpiar cuanto antes todos los utensilios que estamos usando, así como eliminar los posibles restos que hayan caído en el desagüe; la suciedad también desprende olores. Recuerda también tirar la bolsa de basura.
En el caso de encontrarnos con olores persistentes, puede que sea necesaria una ayuda mayor, como la que proporciona el vinagre. Puedes usar una mezcla de vinagre con limón para limpiar todas las superficies y utensilios empleados para cocinar, o dejar hervir un poco de este ingrediente en un cazo, para eliminar los olores ambientales.
Si el olor del vinagre no te es agradable, hay otros que pueden resultar también útiles, como el de la canela en polvo. Colocada en una fuente y cocinada en el horno unos minutos, solo tendrás que pasearla por donde quieran eliminar los olores, tal y como nos recomiendan en Uppers, donde también nos recomiendan calentar un cacito con agua y zumo de limón para conseguir eliminar olores persistentes.
Empapando un algodón en esencia de vainilla y colocándolo junto a los fuegos de la cocina podremos neutralizar otros olores, así como teniendo un bol con granos de café, un olor del que se suele decir que ayuda a reajustar el sentido del olfato. Si el bol no es suficiente, preparar una taza de café moliendo los granos en el proceso, puede ayudar también.
Trucos sencillos y con productos que ya tenemos en casa que pueden ayudarnos a que nuestra casa sea un lugar agradable también para el olfato.