En España, los límites de velocidad están claramente definidos y dependen tanto del tipo de vía como del vehículo que las utiliza. La Dirección General de Tráfico (DGT) establece que, para turismos y motocicletas, el límite es de 120 km/h en autopistas y autovías, y 90 km/h en carreteras convencionales.
Los autobuses, vehículos derivados de turismos y vehículos mixtos adaptables tienen un límite de 100 km/h en autopistas y autovías, y 90 km/h en carreteras convencionales. Por último, los camiones y furgones tienen un límite de 90 km/h en autopistas y autovías, y 80 km/h en carreteras convencionales. Es importante destacar que tres de cada cuatro sanciones impuestas por la DGT se deben a excesos de velocidad.
La señal V-12 es una excepción poco conocida y usada en las normativas de velocidad de España. Se aplica a vehículos de ensayo o investigación, permitiéndoles superar los límites máximos establecidos en 30 km/h. Por lo tanto, estos vehículos podrían alcanzar legalmente los 150 km/h en autovías y autopistas. La señal V-12 consta de una placa roja con marco negro y las letras 'F.V.' en blanco mate, que debe colocarse en la parte anterior y posterior del vehículo. Este permiso se otorga principalmente a fabricantes para pruebas de nuevos modelos o componentes.
Este permiso para circular a 150 km/h se limita a los vehículos específicos involucrados en ensayos y pruebas de investigación. Estos vehículos deben llevar la señal V-12 y solo pueden circular a estas velocidades más altas durante los itinerarios fijados para las pruebas, y nunca en vías urbanas o tramos con límites de velocidad específicos.
El exceso de velocidad es un problema importante en España, siendo un factor determinante en aproximadamente el 30% de los accidentes mortales de tráfico. Más de un millón de españoles han admitido circular por encima de los 200 km/h en vías interurbanas. Estos comportamientos han llevado a que tengan lugar más de 100.000 siniestros durante la última década. La posibilidad de permitir legalmente velocidades de hasta 150 km/h en ciertos casos podría tener implicaciones importantes en la seguridad vial y el comportamiento de los conductores.
En conclusión, los límites de velocidad en España están claramente definidos y se aplican rigurosamente, con la excepción notable de los vehículos de ensayo bajo la señal V-12. Sin embargo, el impacto de permitir velocidades más altas en ciertos casos, especialmente considerando las estadísticas de seguridad vial, requiere de una consideración cuidadosa y profunda.
Este tema sigue siendo relevante en debates sobre seguridad vial y legislación futura en España, que tiende a optar por mantener, o incluso reducir, estas limitaciones ante movimientos opuestos como ocurre en Alemania, que no tiene límite de velocidad máxima en autopistas, o el de Italia y República Checa, que quieren aumentar la velocidad en tramos concretos de las autopistas hasta los 150 km/h - con República Checa ya habiendo aumentado el límite a los 130 km/h.- Por su parte Polonia y Bulgaria ya tienen un límite de 140 km/h.