¿Cómo afecta al medio ambiente los platos desechables?

Nos gusta que las cosas sean sencillas, que no requieran demasiado esfuerzo, por eso no es raro caer en la tentación de emplear platos desechables cuando organizamos una reunión en casa, pensando en evitar tener que limpiar una vez que todos los invitados hayan vuelto a sus casas. 

De este modo, con tirar todo lo que hay sobre la mesa (una vez apartada la comida para poder consumirlas en otra ocasión) a una bolsa de basura podremos conseguir que no quede ni rastro de la reunión en pocos minutos. 

Esto, que a simple vista puede parecer un truco estupendo para ahorrarnos un poco de trabajo de limpieza, es en realidad toda una trampa porque lo hacemos a costa del bienestar de las futuras generaciones (y no tan futuras) porque los plásticos han pasado a ser un problema real para el medio ambiente. 

El medio ambiente y los platos desechables

En este caso lo asociamos a los platos desechables, pero no es raro que, ya puestos a evitar tener que recoger, optemos también por poner vasos y cubiertos de un solo uso, que tiramos una vez pasado el gran evento que estamos planeando. 

El uso de este tipo de elementos afecta al medio ambiente a lo largo de toda la vida del producto, desde su producción -la mayoría de las botellas se hacen a base de petróleo, cuya extracción genera una gran cantidad de gases de efecto invernadero-, hasta que termina de degradarse, lo que puede llevarle cientos de años. Pueden también liberar productos químicos tóxicos en el medio ambiente.

Los plantos desechables contribuyen a aumentar la cantidad de basura que generamos, lo que contribuye a la contaminación ambiental, pero también visual. Los residuos se acumulan y acaban ocupando grandes espacios en los vertederos o creando islas de plásticos, filtrando sustancias a la tierra y al agua.

Los materiales plásticos han pasado a formar parte de la cadena alimentaria por culpa de su amplia presencia en todas partes, lo que incluye el mar. Los microplásticos de los que los peces se alimentan y que pasan también a formar parte de nuestra alimentación cuando los comemos a ellos. 

Alternativas al plástico desechable 

La solución es ‘sencilla’, pero seguramente no sea del agrado de todo el mundo, porque lo que se recomienda es emplear materiales reutilizables, como la cerámica, el vidrio o el acero inoxidable. En algunas ocasiones no se puede evitar el uso de estos utensilios de plástico y en esos casos se recomienda reutilizarlos, como sucede con los táperes. 

En caso de que no se quiera renunciar a evitar fregar los utensilios, como los platos de la comida, se recomienda comprarlos de materiales que sean desechables, pero también biodegradables, como los elaborados con caña de azúcar o cartón.

Conviene reducir el uso de plásticos en nuestro día a día, con pequeños gestos que están en nuestra mano, como evitar las bolsas de plástico usando las reutilizables, usar termos en lugar de vasos de usar y tirar o escoger materiales como el cristal para las fiambreras. 

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