La visión es un sentido crucial en el desarrollo de los niños, y cualquier problema en dicho sentido puede tener un impacto significativo no solo en su aprendizaje, sino también en su calidad de vida. Sin embargo, identificar problemas de visión en niños puede ser un una tarea compleja, ya que los pequeños pueden no saber comunicar, o identificar, claramente las dificultades visuales que podrían estar experimentando. Por ese motivo es clave saber cómo identificar los problemas de visión en niños y así poder abordar este tipo de situaciones, de importancia crítica para la salud visual infantil.
Como decíamos, uno de los mayores problemas para identificar problemas de visión en niños es que los más pequeños pueden no ser capaces de expresar las dificultades visuales que estén sufriendo. Puede ocurrir que los pequeños de la casa lleguen a asumir que lo que están experimentando es lo normal, dado que no tienen puntos de referencia para comparar su visión con la de los demás, ni tampoco son conscientes de los cambios en su forma de ver el mundo que los rodea.
Los padres y cuidadores deben estar atentos a señales que podrían indicar problemas de visión, como frotarse los ojos con frecuencia, entrecerrar los ojos al leer/ver la tele/mirar de lejos, acercarse demasiado a los objetos o quejarse de dolores de cabeza frecuentes. La detección temprana es clave para abordar cualquier problema visual de manera efectiva.
La evaluación oftalmológica regular es una parte esencial a la hora de identificar y abordar problemas de visión en niños. Los pediatras suelen realizar exámenes de detección visual en las primeras etapas de la vida, pero los exámenes oftalmológicos más completos deben comenzar a una edad temprana, incluso antes de que un niño pueda leer o ser capaz de comunicar sus dificultades visuales.
Los exámenes oftalmológicos pueden revelar problemas como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y estrabismo, que son relativamente comunes durante la infancia. Identificar y afrontar estos problemas en etapas tempranas es fundamental para garantizar que los niños tengan una visión óptima mientras crecen.
Los problemas de visión en niños pueden influir en su comportamiento de maneras sorprendentes y variadas. Un niño con dificultades visuales no diagnosticadas puede encontrar dificultades para concentrarse en el colegio, lo que podría llevarle a ofrecer un bajo rendimiento académico como consecuencia de estos problemas. También pueden volverse irritables o evitar actividades que requieran una visión clara, como la lectura o los deportes.
Identificar estos patrones de comportamiento y su relación con la visión puede ser complicado en ciertas etapas de la vida de los más pequeños de la casa, pero es esencial que lo hagamos para garantizar que los niños tengan la oportunidad de abordar sus dificultades visuales y tener éxito en su desarrollo vital, escolar y familiar.
Una vez identificados los problemas de visión en niños, es crucial buscar soluciones adecuadas. En muchos casos, el uso de lentes correctivos puede resolver los problemas visuales y mejorar significativamente la calidad de vida del niño.
Sin embargo, en algunos casos más graves, como el estrabismo, puede ser necesario un tratamiento adicional, como la terapia visual o la cirugía. Ser conscientes del problema y afrontarlo implica trabajar en estrecha colaboración con oftalmólogos y especialistas en visión infantil para determinar el mejor enfoque de tratamiento, lo que además pasa por realizar revisiones periódicas de la visión de los niños a nuestro cargo, así como estar atentos a las señales de este problema que puedan aparecer durante sus día a día.