El otoño es una de esas estaciones que nos trae algunos sabores que no podemos disfrutar el resto del año. Con la llegada de la estación húmeda siempre apetece meterse en la cocina un poco más tiempo y preparar, por ejemplo, una buena mermelada con frutas de temporada.
Esta conserva es ya un clásico indiscutible de las meriendas y los buenos desayunos. Aceptable cuando escogemos alguna marca de confianza en el super; gourmet e inolvidable si es hecha en casa y por una vez nos olvidamos del procesado industrial.
Una vez aprendamos a prepararla, el nivel de sabor, intensidad y potencia hará que nos cueste muchísimo volver a las marcas del supermercado. La preparación implica trabajo y algo de tiempo, pero el resultado es tan bueno que merece la pena.
Además, tenemos a nuestra disposición un buen número de frutas que le aportarán a la mermelada un toque muy especial: higos, naranjas, mandarinas, kiwis, kakis, entre otras.
Como en casi todas las recetas, toca primero pelar, cortar la fruta por la mitad y retirarle las semillas.
En un bol, dejaremos reposar los caquis durante media hora junto con el azúcar y zumo de limón.
Cocemos a fuego medio en una cacerola antiadherente durante 40-50m.
Mermelada de naranja
Ingredientes:
800 g de naranjas peladas y sin pepitas
1 limón
1 cucharada de gengibre fresco
400 g de azúcar.
Preparación:
Reservamos la piel de 2 naranjas y el limón. Le quitamos el blanco y las pepitas.
Troceamos las naranjas y el limón en dados.
Añadimos la fruta a una cazuela.
Dejamos cocer media hora, momento en el que añadiremos el azúcar y el gengibre. Cocemos 15m más hasta conseguir el espesor y la textura deseados, vigilando que la mezcla no se pegue al fondo y las paredes (no queremos perder ni un gramo de sabor)
Mermelada de higos
Ingredientes:
500g de higos
Agua (150 ml)
Azúcar (200g). Puede ser especial para mermelada.
Preparación:
Lavamos bien los higos y retiramos los rabos, que no se consumen.
Los cortamos en cuartos.
Los añadimos a una cacerola con el agua. A fuego medio-bajo, dejamos que cueza durante 35m.
Pasado ese tiempo, añadimos el azúcar y dejamos cocer 20m más.
Mermelada de calabaza
Ingredientes:
750 g de calabaza
250 g de azúcar
2 naranjas (zumo y ralladuras) o 1 limón (jugo y ralladura)
1 cucharada de jengibre rallado
1 cucharadita de nuez moscada (opcional)
1 rama de canela
Preparación
Limpiamos la calabaza de semillas y la troceamos en cuadrados de dos cm.
La añadimos a una cazuela, junto con el azúcar, la rama de canela y el jugo de las naranjas/limones.
La tapamos para que suelte todos los jugos y, a fuego suave durante media hora, dejamos que coja textura, reduzca y espese.
Dejamos enfriar antes de consumir.
Cómo conservar la mermelada durante más tiempo
Si la vamos a consumir en los siguientes 5 días, no es necesario esterilizarla y conservarla al vacío. En caso contrario, conviene seguir estos pasos de forma estricta.
Esterilizaremos los tarros, las tapas y el embudo hirviéndolos durante 15 minutos como mínimo y dejándolos escurrir. Los mejores recipientes son los tarros de boca ancha y bordes gruesos. Resisten altas temperaturas.
Los sacamos del agua sin tocar el interior, cogiéndolos del cuello con unas pinzas metálicas.
Para secarlos, lo mejor es meterlos boca abajo en el horno durante 8m, a 150º.
Aprovecharemos que todavía están calientes para meter la mermelada que acabamos de terminar, también caliente, y así evitar el choque térmico.
Cerramos al vacío y colocamos los botes boca abajo.