Cómo arreglar un guiso quemado
Dejar cocinando durante más tiempo del necesario o no controlar la intensidad de los fuegos puede provocar que el guiso se nos queme
En NIUS te ofrecemos unos trucos para poder recuperar esa elaboración que habías dado por perdida
Qué hacer si te has pasado con la sal cocinando
Cuando cocinamos, sobre todo cuando se trata de elaboraciones de larga duración, nos solemos poner a hacer cualquier otra tarea para aprovechar el tiempo. Un hábito que, en la mayoría de las ocasiones, provoca que nos olvidemos de que nuestra preparación sigue en el fuego. Un descuido o una distracción que puede ocasionar que el plato se eche a perder y tengamos que tirar la comida a la basura.
Por ello, además de controlar el tiempo y la temperatura, es muy importante ir vigilando de vez en cuando la comida que tenemos en los fogones. De no hacerlo, puede que se nos pase el punto de la carne y quede pasada o que un guiso o potaje se nos quede pegado en el fondo de la cazuela.
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En caso de que te ocurra esto último, que no cunda el pánico. Hay solución. En NIUS te explicamos las claves para poder arreglar y recuperar ese guiso que ya dabas por perdido.
Arreglar un guiso quemado: trucos y consejos
Una vez detectado el olor a quemado es fundamental no remover el guiso. Si bien es cierto que es un gesto que sale de forma inconsciente y sin pensar con el objetivo de ver el estado del plato, puede acabar de arruinar tu elaboración por completo, ya que las probabilidades de aprovechar una parte del guiso se reducen a cero.
El siguiente paso es cambiar de recipiente todo aquello que se puede salvar. Así que si tu guiso se ha quemado, sácalo del fuego y vierte todo el contenido en otra olla con mucho cuidado para que la parte quemada no se traslade. Importante: no rasques el fondo de la olla.
Una vez tenemos el guiso en una cazuela nueva y limpia toca corregir el sabor. Aunque en la mayoría de recetas se puede solucionar añadiendo un poco de sal y agua o caldo, en otras se van a tener que incorporar otros ingredientes que ayuden a eliminar el desagradable sabor.
Un truco bastante eficaz para minimizar el sabor a quemado de guisos de carne es incorporar patatas peladas y troceadas de manera gruesa. Con esto, se va a conseguir “absorber parte de los jugos, que conservan el sabor y el olor a quemado” apuntan desde Eroski Consumer, quienes aclaran que “una vez la cocción esté casi terminada, se deben retirar las patatas y terminar la receta como se había planteado”.
Por otro lado, si lo que se te ha quemado son unas lentejas, hay quienes recomiendan añadir un poco de agua, varias hojas de lechuga y dejar cocer durante unos minutos.