El secador no tiene por qué dañar tu pelo más en verano… A menos que no lo uses debidamente. Sigue estos sencillos consejos para garantizar la salud de tu cabello sin achicharrarlo.
Ya sea para quitar la humedad y después dejarlo secar del todo al aire, para peinarlo a tu gusto o para alisarlo, el secador es un gran aliado en cualquier estación del año. Pero, en verano, agrega más calor al cabello que, de por sí, sufre más por las altas temperaturas, el sol y los cloros o el agua de mar. Por suerte, bastan algunos trucos para protegerlo.
Deja el pelo en una toalla a modo de turbante que sea de algodón o de microfibra, que son las mejores, para retirar la humedad y ahorrarte tiempo de secado (y ahorrarle a tu pelo algo del calor del secador).
Hoy en día hay infinidad de protectores capilares para poner en el pelo después de la ducha antes de empezar a secar, que reducen el daño y evitar que se quiebre.
Si se te suele enredar mucho el pelo, empieza a desenredar de abajo a arriba para no llevarte tirones innecesarios que, además, te romperán el pelo.
Si algo bueno tienen la mayoría de secadores es que tienen la opción de aire templado o frío para no secarlo con calor si no queremos. Si no tienes demasiada prisa (con aire frío se tarda algo más), utiliza este modo.
Debes sostener tu secador de pelo a una distancia mínima de 30 cm de tu cabello para no achicharrarlo. De esta manera conseguirás el rizo perfecto si lo haces con difusor y el planchado ideal si lo que quieres es alisarlo… Sin que el pelo se vea seco al terminar.
Sobre todo si acostumbras a usar difusor, quizá estés acostumbrada a colocar el secador siempre en las puntas. De esta manera la raíz tarda más en secar y aplicas durante mucho tiempo calor en las puntas, lo cual hace que se resequen y se quiebren, además de encrespar el pelo.
Siempre que sea opción, deja tu pelo secar al aire aprovechando que estamos en verano. Así saldrás fresquita a la calle y tu cabello no sufrirá calor adicional del secador.