Cometer una infracción al volante suele acarrear una multa de tráfico que generalmente se recibe con pesar. Dependiendo del tipo de sanción, puede llegar a suponer un desembolso de hasta 500 euros, más los puntos que se pierden.
Con respecto a estos, poco se puede hacer, pero en lo referente a la cuantía económica que se debe abonar, es posible pagar menos si se dan los siguientes escenarios.
Desde el año 2010, cualquiera que reciba una multa de tráfico podrá obtener una rebaja del 50 % si la paga en los primeros 20 días desde la notificación –salvo algunas excepciones–. Para ello existen diversas opciones: a través de internet, en una sucursal bancaria o en Correos.
Eso sí, en el momento en el que el infractor se acoge al pronto pago y, por lo tanto, obtiene el descuento, ya no podrá realizar ningún tipo de alegación ni presentar recursos en caso de no estar de acuerdo con la sanción. Por ello, antes de optar por esta fórmula hay que tener claro que no se desea recurrir, ya que no habrá vuelta atrás.
Una vez que han pasado los primeros 20 días desde la notificación de la multa, si el infractor no ha pagado el 50 %, deberá abonar la cantidad total. Ese periodo se extenderá hasta los 45 días, pues a partir de que se supere ese segundo límite la Agencia Estatal de la Administración Tributaria será la que se encargue de gestionar la multa, añadiendo un 20 % de sobrecoste.
Por lo tanto, el único modo de pagar menos por las multas de tráfico que depende del infractor es acatar la sanción lo antes posible y pagarla en ese periodo de pronto pago. No obstante, existen otras opciones por las que se puede evitar la temida multa.
Una de ellas es que la notificación no llegue dentro de los plazos marcados por la ley. Esto puede suceder porque la administración no disponga de los recursos para hacerlo a tiempo. En el caso de las sanciones leves, deben ser comunicadas antes de los tres primeros meses desde que se produjo la infracción; para las graves el plazo se amplía hasta los seis meses, mientras que las muy graves pueden comunicarse durante un año.
Por lo tanto, si se diera el caso de recibir la notificación una vez superados dichos plazos, el infractor no deberá abonar la multa, ya que habrá prescrito. Claro que, esta es una situación muy poco habitual.
Otra de las opciones para librarse de pagar una multa de tráfico tampoco depende de nada que haga el infractor, sino de que no tenga la información correcta. Si el agente no ha cogido bien los datos del coche, de la matrícula o de la persona sancionada, es posible recurrir la sanción. Del mismo modo, si en una imagen que se toma por exceso de velocidad no se aprecia bien la matrícula del vehículo, tampoco podrá ser sancionado el conductor.