Un equipo de científicos ha identificado una nueva cepa de gripe en los cerdos, que tiene el potencial de convertirse en una pandemia global. Los investigadores están preocupados, porque el virus G4 que afecta a los cerdos (fiebre porcina) pueda mutar y propagarse fácilmente de persona a persona desencadenando un brote similar al coronavirus.
El grupo de investigadores encabezados por el experimentado virólogo Robert G. Webster, que identificó la gripe aviar halló en cerdos criados en China una cepa de influenza que tiene el potencial de saltar a humanos y que cada vez infecta con más frecuencia a estos animales, según ha publicado la revista especializada Sciences
El estudio, publicado por la revista PNAS (Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU) explica que “cuando múltiples cepas de virus de la gripe infectan al mismo cerdo, pueden intercambiar genes fácilmente”, en un proceso conocido como “reordenamiento”.
La investigación centrada en el virus de la gripe G4 revela que es una combinación única de tres linajes: uno similar a las cepas encontradas en aves europeas y asiáticas, la H1N1 que causó la pandemia de 2009, y una H1N1 norteamericana que tiene genes de los virus de la gripe aviar, humana y porcina. “La variante G4 es especialmente preocupante, porque su núcleo es un virus de influenza aviar con fragmentos de cepas de mamíferos mezclados, al que los humanos no tienen inmunidad”.
Los virus de la influenza que afecta a los cerdos con frecuencia saltan a los humanos. Sin embargo, la mayoría no se transmiten entre humanos. Sun Honglei, uno de los participantes en la investigación, subrayó la importancia de “fortalecer la vigilancia” de los cerdos chinos para detectar el virus, debido a que la inclusión de genes G4 de la pandemia de H1N1 “puede promover la adaptación del virus” que conduce a la transmisión de humano a humano.
La investigadora Martha Nelson, bióloga del Centro Internacional Fogarty, en EEUU, aseguró que la probabilidad de que una mutación del G4 desate una nueva pandemia “es baja”, aunque admitió que hay que estar alertas, porque “la influenza puede sorprendernos”. En ese sentido, recordó que no se sabía nada de la cepa pandémica H1N1 -que saltó de los cerdos a las personas-, hasta que aparecieron los primeros casos de humanos infectados, en 2009.
Nelson explicó que el tamaño de las muestras recolectadas hasta el momento es relativamente pequeño, por lo que es difícil determinar si la propagación del virus G4 representa un peligro inmediato y real para los seres humanos.