La tuberculosis, es una infección bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones pero que puede propagarse a otros órganos. Actualmente es la segunda causa de muerte a nivel global y la primera entre las enfermedades contagiosas. Esta enfermedad supone un gran problema mundial de salud pública.
Se estima que cada año se detectan alrededor de 10 millones de casos, los cuales necesitan ser tratados inmediatamente para evitar su propagación. Sin embargo, según la OMS, muchos pacientes tardan en buscar atención médica y pueden transmitir la enfermedad hasta a 15 personas a lo largo de un año. Se calcula que mueren 1,6 millones de personas cada año por causa de esta enfermedad.
Una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; están infectadas por el bacilo pero la enfermedad no se ha desarrollado ni puede transmitirse. No obstante, la OMS anuncia que es un enfermedad curable y previsible, desde el 2000 se han salvado más de 49 millones de vidas gracias al diagnóstico y tratamiento efectivos. El tratamiento suele durar 6 meses y consiste en la administración de antibióticos y medicamentos antimicrobianos.
El avance en la erradicación de la enfermedad es muy lento, se estima que al ritmo actual se tardaría casi dos siglos en terminar con ella. En este 2019 el Día Mundial de la Tuberculosis lleva por lema la exclamación ¡Ya es hora! y la comunidad internacional se ha comprometido conseguir que la tuberculosis deje de ser una epidemia en 2035.