San Valentín es el día en el que las parejas celebran su amor, pero también es una fecha en la que muchos solteros intensifican la búsqueda de conexiones románticas. En la pandemia, buscar el amor se ha convertido en sinónimo de usar las aplicaciones de citas a través del 'smartphone'.
Estas herramientas, que en 2020 utilizaron hasta 270 millones de adultos en todo el mundo -según datos de la plataforma Adjust- y cuyo mercado se espera que supere los 8.400 millones millones de dólares en 2024, conlleva también riesgos que exponen a quienes buscan encuentros virtuales a situaciones indeseables.
La compañía de ciberseguridad WatchGuard ha elaborado una serie de consejos para evitar los riesgos en el mundo de las citas en línea y mantener alejados a los estafadores que buscan aprovecharse de quienes buscan el amor.
"Los estafadores pueden utilizar información personal robada o crear una identidad ficticia para dirigirse a las víctimas y presentarse como alguien que no son", ha destacado Sam Manjarres, directora de Marketing de Producto de WatchGuard Technologies.
El 'catfishing' se trata de un fenómeno que se ha expandido en los últimos años con la normalización de este tipo de aplicaciones. Es una amenaza en la que los delincuentes usan las citas románticas para hacerse pasar por otras personas o entablar confianza con las víctimas, a las que pueden luego pedir dinero o incluso lograr que mueva el dinero de otra persona.
Hay ciertas situaciones ante las que hay que estar alerta por su pudiera trataste de una trampa. En los casos en los que los 'matches' de una app de citas parezcan más interesados en datos demográficos, como dónde vive el usuario, dónde trabaja y si vive solo, en lugar de hacer otras preguntas más cotidianas, puede ser indicador de que se trata de un 'catfisher'.
También hay que prestar especial cuidado si, a la vez que quieren conocer muchos datos sobre la otra persona, no comparten demasiada información de su vida privada y evitan responder sobre su familia. También podemos preocuparnos cuando la gramática es pobre.
El resto de recomendaciones del portal especializado WatchGuard pasan por separar la cuentas del trabajo de las personales, y nunca usar perfiles profesionales en las apps de citas para evitar el robo de información o que los cibercriminales accedan a la red de una empresa.
Los usuarios de las apps de citas deben evitar también compartir sus contraseñas a través de estas herramientas. Debido a lo común que resulta el uso de una misma clave para varios servicios, esto también podría exponer otros perfiles como los financieros.
La compañía ha recordado que, a pesar de todo lo que tienen que ofrecer las aplicaciones de citas, los usuarios no deben olvidar que en fechas como San Valentín, están más expuestos a hackeos. Además, invitan a contactar con los 'matches' por más vías, como hablar por teléfono o a través de otras redes sociales para evitar sustos.
En estas últimas, podemos estar atentos a si están dispuestos a hacer vídeos en directo y si aparecen otras personas en sus fotografías, de lo contrario, es más fácil que se trate de un perfil falso.
En 2020, las estafas románticas se clasificaron entre las diez principales categorías de fraude en 2020 y entre 2015 y 2019, el número de estafas románticas se triplicó, según la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC).