El telescopio Hubble detecta Earendel, la estrella más lejana datada en la historia

  • La luz de la estrella Earendel, la más lejana, ha tardado 12.900 millones de años en llegar a la Tierra

  • La NASA la ha detectado con el telescopio Hubble

  • No es la más antigua datada hasta el momento

El telescopio de la NASA Hubble ha detectado la estrella más lejana datada en la historia. Desde la agencia espacial la han llamado Earendel y existió hace millones de años, hasta su explosión. Su luz ha tardado 12.900 millones de años en llegar a la Tierra. El número ha batido el anterior récord de 2018 que estaba en 9.000 millones de años. No es la más antigua, ese reconocimiento le pertenece a la estrella Matusalén.

"Al principio casi no lo creíamos, estaba mucho más lejos que la anterior estrella", ha explicado Brian Welch, astrónomo de la Universidad John Hopkins. Es el autor principal del artículo, publicado en la revista 'Nature', que recoge el descubrimiento. Welch, que ha bautizado la estrella como Earendel ("estrella vespertina", en homenaje al poema del creador de El Señor de los Anillos J.R.R Tolkien), ha añadido que el hallazgo abrirá una era inexplorada en cuanto a la formación estelar temprana.

La luz que emitió Earendel ha tardado 12.900 millones de años en llegar a nuestro planeta. Prueba de la magnitud espaciotemporal, es que en el mencionado trecho ha dado tiempo a la formación de la Tierra, cuya edad está estimada en 4.540 millones de años. Hasta ahora, el récord de lejanía lo ostentaba Ícaro. El Hubble detectó su luz en 2018, tardó 9.000 millones de años en alcanzar nuestra posición en el universo.

Más grande y brillante que el Sol

El equipo de investigadores ha estimado que tuvo 50 veces la masa del Sol y que fue más brillante. Sin embargo, todavía se desconoce con exactitud su masa, temperatura y radio. El encargado de determinar dichas variables será el telescopio de nueva generación James Webb. Aunque ya ha alcanzado su destino, el punto Lagrange 2 entre el Sol y la Tierra, no está operativo. A un millón y medio de kilómetros desde la Tierra, el James Webb estudiará la formación de las primeras galaxias y estrellas, como Earendel.

El mencionado telescopio también determinará si fue una estrella de primera generación: aquellas más cercanas al Big Bang. La característica que vendría a confirmarlo sería hallar que estuvo compuesta solo por hidrógeno y helio. "Existió hace tanto tiempo que es posible que no haya tenido todas las mismas materias primas que las estrellas que nos rodean hoy en día", ha subrayado Welch. No obstante, el científico ha reconocido que la probabilidad es pequeña

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