Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (JHUSOM) han descubierto, a través de un estudio en ratones, que una técnica con catéter utilizada para tratar los accidentes cerebrovasculares facilita la administración en el cerebro de fármacos contra el cáncer. Esta nueva aplicación podría mejorar los resultados de las terapias contra estos tumores, como el glioblastoma.
La herramienta desarrollada por este estudio, publicado en 'The Journal of Nuclear Medicine', combina una técnica que guía un catéter a través de las arterias del cerebro con exploraciones de tecnología de emisión de positrones (PET). En un primer momento, probaron con 'bevacizumab', una proteína de anticuerpos utilizada para tratar diversos tipos de tumores. Además, utilizaron anticuerpos similares en el campo de la inmunoterapia.
Como consecuencia de su gran tamaño, los anticuerpos no pudieron atravesar la barrera hematoencefálica. Para paliar este defecto el equipo decidió utilizar un medicamento llamado 'manitol', utilizado para disminuir la presión del cerebro. Estos dos métodos fueron acompañados de imágenes PET que les permitieron ver la ubicación del medicamento durante y después de la inyección.
En este sentido, Miroslaw Janowski, profesor de radiología y ciencia radiológica en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y miembro del Instituto Johns Hopkins para Cell Ingeniería, ha puesto de relieve la dificultad del tratamiento en estos tumores, ya que de las píldoras o inyecciones intravenosas que se administran "sólo una pequeña porción alcanza el tumor cerebral".
Dichos fármacos se quedan acumulados en otros órganos, lo que "puede conducir a efectos adversos", confiesa Piotr Walczak, profesor de radiología y ciencia radiológica en el Johns Hopkins Facultad de medicina de la Universidad y coinvestigador en este proyecto.
Estos hallazgos "podrían revolucionar la inmunoterapia basada en anticuerpos para la neuroncoología", asegura el equipo científico. Según la Asociación Americana del Tumor Cerebral, esta patología afecta a más de 700.000 estadounidenses, siendo el glioblastoma uno de los más malignos.
El experimento ha sido probado en ratones. Los resultados demostraron que la administración de fármacos intra arteriales con la barrera hematoencefálica abierta fue el método más eficaz de hacer llegar los medicamentos al cerebro con una presencia de un 23,58 por ciento de la dosis por centímetro cúbico. Sin embargo, esta aplicación sin abrir dicha barrera calculó la dosis en un 9,66 por ciento.
Analizado el proceso, esta técnica podría ofrecer el beneficio de limitar la exposición del organismo a agentes tóxicos anticancerígenos.