La búsqueda de vida fuera de la Tierra es las cuestiones más intrigantes que maneja el ser humano. Por eso, que una señal de radio se haya colado (otra vez) en el telescopio del observatorio Jodrell Bank, en Reino Unido, desde algún lugar lejano del espacio, es como para sorprenderse. Lo que trae a los investigadores de cabeza, acostumbrados a detectar estas ondas que se originan fuera de nuestra galaxia, es el hecho de la periodicidad de esta señal que han bautizado FRB 121102. Se repite cada 157 días.
FRB se traduce, en lenguaje de astrónomo, en ‘ráfagas rápidas de radio’. Pero son mucho más que rápidas. Duran apenas milésimas de segundo. Pero eso no ha evitado que se hayan detectado unas cuantas en los últimos años. Seguramente llegan a la Tierra desde el comienzo de los tiempos, pero solo sabemos de ellas desde 2007, cuando Duncan Lorimer y David Narkevic descubrieron la primera FRB, aunque en realidad esta había sucedido en 2001. Se calculó que su origen estaba a unos tres mil millones de años luz.
Como decimos, se han detectado unas cuantas –cientos, concretamente– en los últimos años, y la mayoría tienen una cosa en común: suceden una vez y nunca se repiten… Pero eso no ocurre con FRB 121102. Aquí empieza el misterio. En los cinco años que el telescopio Lovell lleva analizando esta ráfaga, su ciclo ha sido el siguiente: envía señales durante un período aproximado de 90 días y, después, permanece en silencio 67 días.
Por supuesto no han faltado las teorías de alienígenas desde que se descubrió la primera ráfaga rápida hace 13 años, dado que su procedencia es extragaláctica, según los expertos, pero la explicación más factible es que se gestan en agujeros negros, estrellas de neutrones o supernovas.
Pero ¿cuál de ellas es la respuesta para FRB 121102? Lo cierto es que la pregunta sigue abierta. Es decir, no tienen ni idea. Por poder, podría ser una señal de vida extraterrestre, como se ha atrevido a sugerir algún que otro científico, pero no hay una sola evidencia que lo pruebe. Así que, por ahora, toca esperar nuevos descubrimientos.