Lo de ver una aurora boreal no falta en la lista de 'hacer antes de morir' de nadie. Pero si antes era difícil por tiempo o por dinero (viajar a los países nórdicos no es especialmente barato), lo que nos faltaba era una cuarentena para ponerle la guinda al pastel. ¡Pues no! De eso nada. Resulta que hay quien ha pensado en nosotros, y gracias a la tecnología puedes trasladarte esta misma noche a Canadá y mirar al cielo boreal con vistas privilegiadas. Vale: no es lo mismo, pero es mejor que nada.
Las cámaras de explore.org nos llevan prácticamente a cualquier sitio genial que existe en el mundo. Un lago de la sabana africana, un nido de búhos en Norteamérica, un refugio de zorros-murciélago en Asia… Y en la lista no podía faltar, claro, una webcam en una zona fría y septentrional donde al caer la noche el cielo a veces se ilumina en colores neón. Las auroras boreales están más cerca que nunca (y con suerte algún oso polar). ¡Abre los ojos!
Ahora anochece más tarde, eso sí, y por tanto amanece más temprano. ¿Por qué es un dato importante? Porque cuanto más oscuro este el cielo, más probabilidades de ver una aurora. Si te ves incapaz por fuerzas mayores de estar esperando a la 1:00 de la madrugada para verlo, no te preocupes, también puedes conectarte a primera hora y ver la recopilación que explore.org hace para ti.
La zona elegida es el Centro de estudios del norte de Churchill, en la provincia canadiense de Manitoba. Da a la famosa Bahía de Hudson que forma parte del Círculo Polar Ártico. Estos días allí está haciendo entre 8 y 17 grados bajo cero por la noche y la humedad es bastante elevada, así que disfrutar de sus vistas desde casa quizá sea algo que agradezcas.
Lo cierto es que la mejor época para verlas es el invierno. Es cuando hay menos horas de luz y la oscuridad es un 'must' para que se vean en todo su esplendor, pero no desesperes. La NOAA informa de la probabilidad diaria de avistamiento de auroras en Noruega, Rusia y Canadá, entre otros, y actualmente hay una probabilidad de en torno al 50%, es decir, no es imposible. Hay que ser paciente, eso sí.
Si ves que no hay manera, pasa al plan B. Te gustará saber que también existen las llamadas auroras australes, que se producen en la Antártida en vez del Ártico. Como sabrás, cuando aquí es verano en el Hemisferio Sur es invierno, y por tanto allí la temporada de auroras australes está al caer. Si quieres intentarlo, monta (virtualmente) a bordo de un rompehielos o viaja a una de las bases de investigación en el continente helado. Las cámaras instaladas por el gobierno australiano emiten imágenes en directo en su web.
Este espectáculo natural, indiscutiblemente uno de los mejores que existen, tiene una explicación algo compleja.
Lo que ocurre es que el Sol emite hacia la Tierra partículas cargadas que llegan a la magnetosfera. Esta capa que protege a nuestro planeta del viento solar almacena estas partículas y las dirige a los Polos, pero llega un momento que 'rebosa' y emite luces fluorescentes.
Lo que explica los colores llamativos es la interacción entre esas partículas solares y los átomos de nuestra atmósfera: principalmente, oxígeno y nitrógeno. Su reacción con el oxígeno produce tonos verdes, mientras que las moléculas de nitrógeno son responsables de los tonos rojizos/violetas.
Antiguamente, las auroras boreales se asociaban a fenómenos más… Creativos. Desde almas que se manifestaban, hasta la creencia de que las producía el zorro ártico al golpear las montañas con su cola.
Como curiosidad: la Tierra no es el único planeta donde se producen estas luces. El satélite Hubble las captó en Saturno en 2017 y 2018, y se han observado a su vez en Júpiter, Urano y Neptuno.