El 'Stonehenge' solar en Teruel que marca el inicio del otoño desde hace 4.500 años
Los antiguos, hace 4.500 años, ya utilizaban este lugar como calendario de inicio y fin de la temporada de cosecha. Sin embargo, el lugar ha permanecido abandonado hasta 1994, cuando se comenzó a estudiar después de que el historiador José Royo las redescubriese. ¿Qué eran esa ventana y esas pinturas? No fue hasta 2005 cuando se encontró la relación con los equinoccios y se determinó que se trataba de un santuario solar milenario. "Era justamente en marzo y septiembre, cuando comienzan las estaciones de primavera y otoño, cuando se iluminaban con una precisión absoluta", explica el también historiador Miguel Giribert a El Tiempo Hoy.
Quizá es este reciente descubrimiento el que ha hecho que permanezcan casi 'vírgenes' de público y repercusión pública, a pesar de que todos los estudios coinciden en que su importancia es equiparable al conocido 'Stonehenge' inglés. Fue en el Eneolítico cuando se formó esta "gran obra de ingeniería", según Giribert, una época en la que el hombre empezaba a volverse sedentario y sustituía la caza y los campamentos nómadas por la ganadería y la agricultura.
Las pinturas, excepcionales por su temática y belleza, se iluminan con el paso del sol por la montaña de enfrente y representan "un chamán con cabeza de ciervo, dos figuras estelares a los lados y, encima, unas líneas rojas atravesadas por otra horizontal", explica Royo.
*Imagen: Las 'puertas de roca', de 40 cm. de altura y 20 cm. de anchura, fueron creadas por la mano del hombre / Rosa Pérez Romero
Además de servir como calendario de los equinoccios, Giribert ha descubierto un segundo fenómeno. Al pasar el sol por la abertura, a 10 metros de altura, se proyecta la sombra de la montaña en una superficie a 100 metros, con una "forma de serpiente cornuda, presente en otra pintura rupestre de Albalate de Arzobispo, cerca de Oliete". Y a medida que el sol se mueve, la sombra de la serpiente se mueve con él: "Cuando el sol pasa por el agujero de la roca, proyecta un rayo de luz también hacia la planicie, que coincide con el que podría ser el ojo de la serpiente".
Según explica, la figura "es importante porque en la antigüedad la serpiente era emisaria de la madre tierra".
*Imagen: Fenómeno del 'despertar de la serpiente' / Miguel Giribert
Tanto Royo como Giribert coinciden en que es un lugar no demasiado conocido. "Otros santuarios prehistóricos solares, como Stonehenge, o el descenso de la serpiente en el Templo de Kukulkán, en México, son mundialmente conocidos y muy turísticos. Aquí, pese a tener la misma o más importancia, eso no pasa", lamenta Giribert.
En cualquier caso, todos los años se reúne "un grupo de 40 o 50 personas que sí acude a ver el fenómeno del sol en los equinoccios". Este año, ese momento será todos los amaneceres de la penúltima y última semana de septiembre, dando inicio al otoño. Sí, todavía estás a tiempo.