Cada vez es más común dar con gente que tiene animales exóticos como domésticos. Tortugas, iguanas, aves o serpientes que conviven con las personas entre cuatro paredes. Aun estando acostumbrados, lo que ha sucedido recientemente en Perú ha conseguido dejar atónitos a los agentes de seguridad. Dos pingüinos fueron encontrados en una casa criados como mascotas, en condiciones de insalubridad y peligro. Y no es la primera vez que sucede. ¿Por qué es tan arriesgado tenerlos como mascotas?
Sus nombres son Skipper y Kowalski, los mismos que los pingüinos de la película infantil 'Madagascar'. Fueron encontrados en una vivienda en condiciones de deshidratación y podrían haber muerto por desnutrición, según el Grupo de Rescate de Animales Marinos (GRAM). Se desconoce su procedencia exacta, pero según su aspecto físico y los anteriores casos registrados, se estima que podrían proceder del litoral peruano.
En el país es común encontrarse con el pingüino de Humboldt, una especie de ave no voladora que habita en el Océano Pacífico a lo largo de la costa oeste de Sudamérica, en Perú y Chile. Una de las encargadas del área de Rehabilitación y Rescate del GRAM, Selena Gómez, explicó al medio local Perú21, que los pingüinos se alejan del mar o se apartan del grupo por el cambio de corriente, por lo que lo más probable es que "hayan quedado atrapados", y unas personas hayan decidido llevárselos a casa.
Se ha confirmado que las autoridades tratarán de devolver a Skipper y Kowalski a su hábitat natural, pero lamentan que es complicado que puedan adaptarse de nuevo a sus condiciones normales. Entre otras cosas, Gómez explicó que esta clase de ave, al estar alejada de su hábitat y en contacto con los humanos, es muy probable que no pueda conseguir alimento al haber perdido la capacidad de hacerlo.
Este acontecimiento no solo atenta contra la biodiversidad sino que está recogido como una ilegalidad en el país al considerarse el pingüino una especie silvestre en peligro de extinción. De hecho, adoptar como mascotas a especies salvajes, ya sean pingüinos, aves características de la región amazónica, distintas variedades de monos o algunos reptiles, puede parecer una alternativa original y exótica a los animales de compañía convencionales, pero lleva consigo un peligro no solo para el medioambiente sino también para la salud. Estos animales pueden ser portadores de enfermedades transmisibles a los seres humanos.
Este no es el primer caso registrado de familias que se han dedicado a criar a pingüinos en condiciones infrahumanas. En 2015, de igual forma, tuvieron que rescatar a un ejemplar de esta especie por el mismo motivo, según RRR Noticias.
Independientemente de la especie, estas aves viven cerca del mar, donde puedan cazar y alimentarse. Además, pasan cerca de tres cuartas partes de su tiempo en el agua, al tener un plumaje preparado para mantener su temperatura corporal regulada. Por ello, sacarles de su hábitat puede provocar que su cuerpo se sobrecaliente, lo que supone un impacto directo para su supervivencia al no poder adaptarse a las condiciones climáticas ni medioambientales.