Se abrazan a los árboles, saltan de uno a otro y se sientan en sus ramas. Los 10 orangutanes de Borneo que han sido liberados a su hábitat están visiblemente felices de volver. El motivo por el que fueron retirados de la naturaleza se debe al miedo de una infección de coronavirus en los primates que cause una muerte masiva en una especie cuya supervivencia peligra gravemente.
Los orangutanes de Borneo son muy poco numerosos, y buena parte de su población vive en áreas salvajes desprotegidas. Esto ha hecho que las cifras caigan drásticamente en los últimos 60 años principalmente por la deforestación.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, se estima que en Borneo quedan alrededor de 100.000 orangutanes en libertad. Una cifra, eso sí, muy por encima de otros países en los que estos animales se encuentran luchando contra la extinción.
Por eso era fundamental protegerlos de una posible infección de humanos a orangutanes. Hay mucho miedo a que la enfermedad pueda afectarles como ocurre en las personas, llegando incluso a la muerte. Ambos compartimos el 97 % del ADN, dicen los expertos, y en el pasado han sufrido patologías como el ébola.
Un grupo de ocho gorilas del San Diego Zoo Safari Park se convirtieron en enero en los primeros grandes simios en dar positivo en coronavirus. Uno de ellos llegó a desarrollar una cardiopatía y una neumonía, pero por suerte se recupera ya favorablemente tras un tratamiento experimental.
Asimismo, se han detectado casos en tigres, leones, visones, leopardos, pumas, un hurón, perros y gatos domésticos. Sin embargo los mamíferos que preocupan realmente porque pueden desarrollar síntomas similares a los del humano y por la escasez de sus poblaciones son los primates.