Desde hace 13 años, los astrofísicos buscan la fuente de unas potentes explosiones de radio cósmicas llamadas FRB que duran tan solo unos milisegundos. Se han planteado todo tipo de teorías, desde emisores alienígenas hasta supernovas, pero el difícil misterio de la ráfaga de radio que nace en el espacio ha tomado ahora un nuevo rumbo. Tres estudios independientes confirman que se trataría de un magnetar.
La señal detectada dentro de la Vía Láctea procede del magnetar SGR 1935 + 2154, una estrella de neutrones con un potentísimo campo magnético situada a 30.000 años luz.
Las llamadas ráfagas de radio rápidas (FRB por sus siglas en inglés: fast radio bursts) se descubrieron por primera vez en 2007 mientras se revisaban los datos de 2001 de un radiotelescopio de Australia, rememora Sinc. Aunque desde entonces los astrónomos han ido sumando más observaciones de estas raras y fugaces ‘radioexplosiones’, el origen y la física subyacente al fenómeno todavía no se conocen bien.
Determinar la fuente de estas ráfagas supone todo un desafío debido a que duran solo unos pocos milisegundos y, por tanto, son muy difíciles de localizar. Aunque se ha llegado a plantear incluso un emisor alienígena, la mayoría de las teorías proponen que las generan las estrellas de neutrones, densos restos de estrellas gigantes que quedan tras una explosión de supernova.
Esta semana, tres artículos de ‘Nature’ informan de la identificación de una señal de este tipo detectada por múltiples telescopios terrestres y espaciales en nuestra propia galaxia. La ráfaga se llama FRB 200428 y procede de un magnetar, un tipo de estrella de neutrones con un campo magnético extremadamente fuerte.
El 27 de abril de 2020 los observatorios espaciales Neil Gehrels Swift y Fermi registraron múltiples estallidos de rayos X y gamma procedentes del magnetar denominado SGR 1935+2154, situado a 30.000 años luz en la constelación de Vulpecula.
Al día siguiente, el 28 de abril de 2020 (de ahí el nombre de FRB 200428), dos telescopios terrestres apuntaron a esa región del cielo y detectaron la explosión de radio: el Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment (CHIME) y el Survey for Transient Astronomical Radio Emission 2 (STARE2) de EEUU.
Los miembros de ambos equipos son los autores de dos de los estudios. En el que firma la colaboración CHIME se confirma que el mangetar galáctico SGR 1935 + 2154 es la fuente de FRB 200428, algo en lo que coinciden las observaciones de STARE2 sobre esta ráfaga de radio rápida, que además coincidió con una explosión de rayos X del magnetar.
Por su parte, y aunque no registró directamente esta FRB, el telescopio chino Five-hundred meter Aperture Spherical Telescope (FAST) permitió establecer límites para el flujo de radio durante 29 ráfagas cortas y energéticas de rayos gamma que también emitió el magnetar, ofreciendo así una visión sobre el contexto y los eventos que subyacen a estas ráfagas de radio rápidas.
Los resultados del equipo chino se publican en un tercer artículo, en el que también han participado investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y otros centros internacionales. El estudio concluye que las FRB asociadas con otras ráfagas más cortas de rayos gamma "son raras", cuenta la Agencia Sinc.