Desde hace unas cuantas décadas, el aceite de palma se ha colado en muchos de los productos que ofrecen los supermercados, lo cual se está traduciendo en una crisis medioambiental en regiones del mundo por la tala masiva de árboles. ¿Qué es el nuevo aceite de palma sintético que podría frenar la deforestación?
La producción del aceite de palma presente en nuestros cereales, galletas o en las bolsas de patatas fritas se produce sobre tierras que fueron robadas a cientos de especies para ser taladas o quemadas. Se estima que las plantaciones de palma aceitera ahora cubren un área casi del tamaño de Nueva Zelanda, como cuenta el libro Planet Palm, de la periodista Jocelyn C. Zuckerman.
La revolución del aceite de palma ha barrido culturas y devastado tanto los paisajes del sudeste asiático que animales icónicos ahora se tambalean al borde de la desaparición, como está ocurriendo con el orangután de Sumatra, en estado de peligro crítico de extinción. Los incendios encendidos para despejar el camino a las plantaciones arrojan emisiones de carbono que rivalizan con las de las naciones industrializadas, dice la autora del libro.
Tom Jeffries y Tom Kelleher estudiaron microbiología juntos en la Universidad de Rutgers y, años después, la coincidencia los llevó a fundar su startup Xylome Corporation, financiada por la Fundación Nacional de Ciencias y el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Xylome utiliza ingeniería metabólica para desarrollar levaduras no convencionales. "Creamos tecnología para fabricar nuevos lípidos, sustitutos del aceite de palma, productos bioquímicos y enzimas. La tecnología de Xylome aumenta el valor y la diversidad de los subproductos de las fermentaciones de levadura industrial al tiempo que reduce los costos operativos”, publican en su web los impulsores del aceite de palma sintético.
El mundo consume casi 7,7 millones de toneladas de aceite de palma cada año, que se utiliza para elaborar no solo alimentos, sino también productos como pasta de dientes, biodiesel y detergente para ropa, según la revista Undark. Y se espera que la demanda se duplique con creces para 2050.
Otras empresas como Xylome se han unido recientemente a la búsqueda de alternativas para frenar ese consumo masivo de aceite de palma. La compañía C16 Biosciences está desarrollando una alternativa microbiana al aceite de palma usando la fermentación con la financiación de Breakthrough Energy Ventures, que pertenece a Bill Gates. La startup Kiverdi, por su parte, está estudiando cómo fabricar aceite de levadura utilizando carbono atmosférico. Por último, en la Universidad de Bath, un grupo de investigación cultiva una levadura aceitosa que coincide con las propiedades clave del aceite de palma, y podría perfectamente sustituirlo en la elaboración de alimentos y cosméticos, entre otros.