Los humanos empiezan a dejar las mascarillas atrás, pero ahora llegan a las vacas. No son ni mucho menos parecidas a las quirúrgicas ni FPP2. Más bien son dispositivos pensados para reducir el metano (gas de efecto invernadero) que emiten estos animales. El príncipe Carlos de Inglaterra respalda esta iniciativa ecológica de estudiantes británicos.
El proyecto, llamado ZELP (Proyecto Ganadería Zero Emisiones, en español) está diseñado por alumnos de la Real Facultad de Arte de Reino Unido. El equipo ha recibido un premio de 50.000 libras esterlinas (unos 59.000 euros) por ganar un concurso del Laboratorio de Diseño Terra Carta. El dinero está destinado al desarrollo del artefacto.
El príncipe Carlos ha visitado a los ganadores para conocer la mascarilla para vacas. Allí ha dicho que es importante "encontrar soluciones rápidamente" para detener el cambio climático. En esta línea, ha expresado que gracias a la creatividad de los diseñadores "tendremos más posibilidades de ganar esta batalla en menos tiempo".
El dispositivo no cubre boca y nariz como en las mascarillas usuales. Se coloca encima de los orificios nasales, sin llegar a cubrirlos. Atrapa hasta el 50% del metano emitido, lo transforma en dióxido de carbono y lo expulsa.
En el norte de Europa ya se ha empezado a utilizar, pero en España todavía no, al menos de forma extendida. "No es nada viable ponerlo", dice un ganadero. "Nos criminalizan y culpabilizan de la contaminación", dice otro de ellos. La ganadería emite el 15% de los gases de efecto invernadero en el mundo.