Elizabeth Ann solo tiene dos meses pero ya es muy conocida en Estados Unidos. Este hurón con las patas negras es el primer animal en peligro de extinción clonado con éxito en el país. Su aspecto es el de una cría, pero se trata en realidad de una versión idéntica de un ejemplar que murió hace más de 30 años.
El hurón con patas negras o turón patinegro americano (Mustela nigripes) es una de las especies más amenazadas en América del Norte, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Apenas quedan unos 300 ejemplares, dice esta organización, aunque si tenemos en cuenta que se dio por extinto en los años 30, es prácticamente un milagro que todavía exista.
Los esfuerzos de conservación podrán involucrar a partir de ahora la clonación, en vista del éxito con Elizabeth Ann. En 1988, ha comunicado el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU (USFWS), las células de una hembra bautizada ‘Willa’ fueron criopreservadas, es decir, congeladas. En la hazaña han colaborado también Revive & Restore, ViaGen Pets & Equine, San Diego Zoo Global y la Asociación de Zoológicos y Acuarios.
"Es la primera clonación de una especie nativa en peligro de extinción en América del Norte y proporciona una herramienta prometedora para los esfuerzos continuos para conservar al hurón de patas negras", Noreen Walsh, directora del Centro Nacional de Conservación del Hurón de Patas Negras.
“Mantener y aumentar las poblaciones silvestres y el hábitat adecuado sigue siendo esencial para la recuperación del hurón de patas negras y seguirá siendo una prioridad para el Servicio”, continuó Walsh. "La clonación genética exitosa no disminuye la importancia de abordar las amenazas basadas en el hábitat para la especie”.
Hoy en día, todos los hurones de patas negras descienden de siete individuos, lo que genera desafíos genéticos únicos para recuperar esta especie. La clonación puede ayudar a abordar la diversidad genética significativa, ha dicho en un comunicado el USFWS. Sin una cantidad adecuada de diversidad genética, una especie a menudo se vuelve más susceptible a enfermedades y anomalías genéticas, así como a una adaptabilidad limitada a las condiciones en la naturaleza y una tasa de fertilidad disminuida.
Aunque Elizabeth Ann es la primera en EEUU, otros animales en peligro de extinción han sido clonados en otras partes del mundo, sin embargo es raro que salga bien. En la mayoría de los casos acaban muriendo antes de la edad adulta.
Desde la década de 2000, se ha utilizado la misma técnica que produjo a Dolly, que sí fue un caso de éxito, en multitud de ocasiones, en su mayoría ganado, gatos, ciervos y caballos. El último caso es el de un caballo de Przewalski, también en riesgo de desaparecer, en el zoo de San Diego. En su nacimiento también participaron, como en el de Elizabeth Ann, tanto el propio zoológico como el grupo de conservación de vida silvestre ‘Revive & Restore’ y la compañía de clonación de mascotas 'ViaGen'.