Una playa en Finlandia suena de lo menos apetecible para un chapuzón, más aún a temperaturas engelantes bajo bloques de hielo, pero si esos bloques tienen forma de huevo, la cosa cambia. Quizá no para un bañito otoñal, pero la orilla de Marjaniemi está encantadora, mágica, surrealista… Un curioso fenómeno tiene lugar 'de Pascuas a Ramos' en regiones costeras muy frías que da forma redondeada a esta especie de granizo que no lo es. ¿De qué va todo esto?
Las imágenes recorren las redes sociales y no es la primera vez. No es que se dé a diario, pero el pasado febrero sin ir más lejos pudimos ver la misma escena. Claro que aquella vez fue en Rusia.
La pareja que se topó con esta imagen de postal tan atípica le contó al diario 'The Guardian' que los 'huevos', como los definieron, ocupaban una extensión de unos 30 metros de orilla. Dicen que el más grande parecía una pelota de fútbol. Desconocemos si, después de echarse la foto, el matrimonio se decidió a empezar una batalla de bolas de hielo.
A la temperatura adecuada –concretamente bajo cero pero no demasiado–, un agua casi, casi helada pero sin estarlo, una playa arenosa ligeramente húmeda y unas olas poco avivadas… ¡violà! Las bolas van llegando a la orilla.
Efectivamente, el día 3 de noviembre, cuando Risto Mattila tomó la foto, las condiciones meteorológicas acompañaron para la formación de esta playa de bolas de hielo. En el siguiente vídeo grabado hace alrededor de dos años en el Lago Michigan puedes obtener una idea de cómo es el proceso.