El mejor amigo del hombre extiende sus funciones útiles a favor de la humanidad. No solo son una especie doméstica que acompaña a las personas y sirve como asistente de los discapacitados, rescatan a personas, detectan droga y cadáveres, son útiles para los ganaderos y pastores y son unos guardianes perfectos de la propiedad pública y privada. De un tiempo a esta parte son los responsables de detectar árboles enfermos. En Florida, se está llevando a cabo un programa con canes para la localización del dragón amarillo (huanglongbing), la plaga que aniquila los naranjos y cítricos del planeta, considerada la primera enfermedad de cítricos por daños económicos a nivel mundial.
Desde hace una década, los árboles frutales de California, Texas y Florida sufren los estragos de la bacteria (HLB), un microbio de procedencia asiática que transmite un parásito asiático y que provoca una enfermedad sin cura que termina matando los árboles. Su presencia se empezó a detectar en 2005 y cuatro años largos después los efectos de esta peste arborea son devastadores. Según los últimos datos, la producción de naranjas de zumo en Estados Unidos se ha reducido un 72%.
En este caso, la prevención es esencial y los perros son claves en esta lucha porque pueden predecir la presencia de este mal con un 95% de efectividad. Un grupo de científicos entrena desde hace meses a varios canes para que adviertan de la presencia de la enfermedad semanas o años antes de que las hojas y raíces noten sus estragos.
Se trata de una tecnología milenaria, asegura Timothy Gottwald, uno de los autores de este estudio y miembro del Departamento de Agricultura. Además, estos detectives perrunos son más rápidos, baratos y precisos que las personas encargadas de recolectar hojas para analizar en los laboratorios. Lo que permite detener la epidemia con mayor celeridad, sacrificando los arbustos afectados.
Para Matteo Garbelotto, de la Universidad de California, esta nueva utilidad pasa de anecdótica a probada en el campo, y para Laura Sims, colega de la Universidad Tech de Louisiana, lo más impresionante de esta investigación es su rigurosidad. Ambos coincidieron en la utilidad de estos perros adiestrados para salvar plantaciones de cítricos amenazadas en todo el mundo.
Asia, Chile, Australia y Nueva Zelanda son otras áreas amenazadas por esta plaga, un temor para los agricultores españoles aunque todavía no hay datos de su presencia. Según Manuel Talón, biólogo español, la amenaza de las naranjas es muy real y no existe tratamiento contra ella. En algunas plantaciones de Galicia, en las comarcas de A Barbanza y O Salnés, ya se advirtió de su presencia en 2016, aunque todavía no ha generado la temida enfermedad. Para el Ministerio de Agricultura la advertencia es muy seria y por eso han llevado a cavo varios controles que, por ahora, han resultado negativos.
Ante el temor de una propagación en los campos españoles, en 2019 se puso en marcha el proyecto Life Vida for Citrus, un programa europeo cuyo fin es trabajar en la prevención del HLB de los cítricos mediante actividades respetuosas con el medio ambiente. Plagas como estas agravan la crisis alimentaria en todo el mundo, por eso, los avances con perros adiestrados en Estados Unidos podrían ser trasladados a otros países donde la enfermedad no ha dado la cara como medida preventiva.