Ni son una fuente de contagio ni padecen la enfermedad, pero los perros pueden portar partículas virales, si no se toman las medidas preventivas oportunas. Es importante extremar las precauciones en aquellos casos en los que las mascotas convivan con una persona que presente síntomas o haya dado positivo por coronavirus y atender a ciertas pautas higiénicas cada vez que se les saca a la calle para hacer sus necesidades fisiológicas.

Para los animales domésticos, al igual que los humanos, el confinamiento por la crisis sanitaria generada por Covid-19 es un período que altera su cotidianeidad. Pasamos encerrados junto a ellos las 24 horas durante semanas, cuando lo habitual es que estén acompañados en momentos puntuales del día y, además, ahora los paseos en el exterior son mucho más breves.

Desde la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) recuerdan que los perros y gatos no son transmisores del coronavirus y tampoco hay evidencias científicas de que los humanos puedan contagiarles este patógeno, pese a que el pasado 28 de febrero en Hong Kong se confirmó un positivo leve en un can.

Aquella noticia causó un enorme revuelo y muchas las personas por miedo e irresponsabilidad se deshacieron de sus compañeros de vida. Por ese motivo y debido a las circunstancias que atraviesa nuestro país, la Real Sociedad Canina de España alerta sobre un posible aumento de abandonos como sucedió en China o en Italia. "Os recordamos que ni transmite ni padecen la enfermedad. Es momento de ser responsables", recuerda la organización desde sus cuentas sociales. Asimismo, recomienda dejarlos al cuidado de familiares y amigos en aquellos casos en que sus dueños se sientan enfermos.

No obstante, algunos veterinarios han alertado sobre la posibilidad de ser portadores de partículas virales en aquellos casos en los que sus propietarios les toquen después de estornudar o toser sin haber lavado bien sus manos. Esas gotitas infectadas pueden quedar depositadas en su pelaje al igual que sucede con la ropa, los muebles o pomos de las puertas.

Por ese motivo, se deben extremar las medidas de prevención, tanto en el hogar como fuera. Los expertos recomiendan paseos cortos, cerca del domicilio, en horarios de escasa afluencia y tratar de evitar relacionarse con otros animales o personas. También eludir el contacto con zonas que sean más proclives a la contaminación como barandillas, papeles o puertas y mantenerlos bien atado para evitar posibles riesgos.

Además, es aconsejable llevar una botella de agua mezclada con detergente y bolsas para limpiar los restos de orina y heces. Después del paseo, se debe limpiar bien las patas y la cola con agua oxigenada y un poco de alcohol diluido en agua. Asimismo, es recomendable desinfectar las correas y lavarse concienzudamente las manos cuando haya terminado de adecentar a su mascota.

Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid insisten en dejar el animal al cuidado de otras personas en caso de estar enfermo o tener la certeza de haber sido contagiado. No abandonarlos en ningún caso, siempre hay alternativas como las protectoras, aunque algunas como El Refugio se encuentran al límite de su capacidad, y albergues repartidos por la geografía española.

Además, recuerdan que no son un capricho momentáneo y no deben ser una excusa para salir a la calle. Las clínicas veterinarias pueden mantener su actividad durante el estado de alarma, aunque solo atenderán urgencias, por lo que una vez pasado el confinamiento, sus amos deberán poner al día el calendario de vacunaciones.