Perseguido por un oso: un niño camina manteniendo la calma mientras el animal no le quita ojo
La tranquilidad para huir del oso del niño, con las indicaciones de su padre, está siendo muy halagada
Lo último que hay que hacer si nos topamos con un oso es echar a correr o gritar
Ver un oso en persona paseando por el monte es raro y es afortunado… Pero también aterrador. La mayoría echaríamos a correr o nos haríamos una bola y rezaríamos a los cielos, pero por suerte esta historia no va así. Ha ocurrido esta semana en Sporminore, en Trento (Italia), y el protagonista es ni más ni menos que un niño de 12 años. No te pierdas la cara de susto y la maestría para salir de la escena.
Alessandro Calliari, te entendemos. Su cara lo dice todo. La expresión es de “tierra trágame” y a la vez “guau, es un oso”. Su padre le indica bajito, sin alterarse, lo que tiene que hacer. Despacio, sin correr, sin hacer movimientos bruscos, sin girarse a mirarle fijamente… Y ¡conseguido! Lo mejor es cómo aguanta calmado mientras el oso no le quita ojo. Incluso se pone de pie en un momento.
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¿Qué hay que hacer si te encuentras un oso?
Su actuación es ejemplar. Cada oso es un mundo, como las personas, y nunca se sabe qué puede pasar, pero en general los encuentros humano-oso acaban sin lesiones. Para enterarnos bien de qué hay que hacer si algún día nos vemos en la situación de este niño, consultamos lo que dice en su web la Fundación Oso de Asturias, de sobra acostumbrada a tratar con el animal.
En primer lugar, si el oso no se ha percatado de tu presencia, aprovecha y retírate. Tranquilamente, siempre tranquilamente. De repente se gira y te mira, ¿qué haces? Nada de socorros ni de ponerse (al menos que se note) nervioso. Habla más o menos alto y quédate ahí o muévete un poco, lo más seguro es que se vaya asustado.
Si se pone sobre dos patas, no te desmayes del susto. No te está amenazando, solo cogiendo altura para observarte mejor. Y fundamental: si ves un osezno solo, lo último que debes hacer es acercarte. Déjalo, su madre lo encontrará.
En el caso de ir en coche y encontrarte un oso cruzando, reduce la velocidad, activa las luces de emergencia. No le pites, no bajes la ventanilla para decirle cosas, no te bajes. Solo espera a que se vaya él solo al monte. Hace poco vimos el perfecto ejemplo de lo que no hay que hacer por un conductor que grabó su encuentro con un oso en Asturias.