Los niveles de concentración de CO2 han alcanzado 419,7 partes por millón (ppm/año) en mayo de 2021, lo que supone un nuevo récord histórico a pesar del descenso coyuntural derivada de la pandemia, según los datos del Observatorio Atmosférico de Izaña, que se encuentra en Tenerife.
En concreto, el nuevo récord es similar a la cifra registrada en el observatorio de Maula Loa (Hawái), que alcanzó las 419,1 ppm.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) señala que estos datos confirman que la concentración de dióxido de carbono (CO2) continúa en aumento y no se ha visto frenada por la disminución de las emisiones de CO2 debido a la paralización parcial de la actividad y a la disminución del transporte de mercancías y viajeros a nivel mundial que ha provocado la pandemia.
Estudios realizados por el Sistema de Observación Integrado de Carbono (ICOS), la Base de Datos de Emisiones para la Investigación Atmosférica Mundial (EDGAR) cifran la reducción en torno al 7 por ciento de las emisiones de CO2 a nivel global debido a un menor uso de combustibles fósiles en 2020, en comparación con 2019.
Sin embargo, antes de la pandemia ya se contabilizaban reducciones en las emisiones anuales de CO2, por ejemplo con la crisis económica y mundial de 2008 que tuvo una disminución porcentual similar a la de 2020.
Así, señala que los años en los que el crecimiento económico se ha visto frenado por alguna crisis se observa una ralentización en el ritmo de emisiones de CO2 a la atmósfera. Sin embargo, la concentración promedio anual de CO2 medida en la atmósfera ha seguido aumentando sin verse afectada por estas variaciones anuales.
Esto se debe a que la concentración de CO2 en la atmósfera no depende de las emisiones anuales, sino del total de emisiones que se han ido acumulando hasta ese momento en la atmósfera.
El CO2 es un gas de larga vida y se estima que continúa calentando la atmósfera (forzamiento radiativo positivo) durante más de 100 años. Por tanto, una disminución puntual de las emisiones anuales globales de CO2 es solo significativa al compararla con el año anterior, pero es irrelevante cuando se analizan las emisiones anuales acumuladas en la atmósfera a nivel global.
La Aemet destaca que se trata de un "resultado llamativo y preocupante" que el incremento anual de CO2 (ppm/año) entre dos máximos anuales consecutivos no es constante, sino que la diferencia interanual de CO2 aumenta a medida que pasan los años.
En definitiva, los datos reflejan que el incremento anual promedio de CO2 se está acelerando los últimos años en todo el mundo, como queda también recogido por el observatorio hawaiano de Mauna Loa.