Los teléfonos móviles y los relojes inteligentes pueden provocar una interferencia magnética en marcapasos y desfibriladores alterando su funcionamiento. Esto es lo que alertan investigadores estadounidenses que recomiendan precaución en su uso y aconsejan mantener una distancia entre estos dispositivos de al menos 15 centímetros.
Varios informes de los investigadores del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica (CDRH) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EEUU describen la posibilidad de que ciertos teléfonos móviles, de los modelos más nuevos, así como de relojes inteligentes y otros productos electrónicos de consumo tienen imanes de alta intensidad de campo, que pueden afectar temporalmente al funcionamiento normal de dispositivos médicos electrónicos implantados, como marcapasos y desfibriladores implantables.
Basándonos en nuestra revisión, decidimos realizar nuestras propias pruebas para confirmar y ayudar a informar las recomendaciones apropiadas para los pacientes y los consumidores", ha explicado el investigador principal, Seth J. Seidman, ingeniero eléctrico de Investigación y Asesor del Programa de EMC del CDRH.
Los dispositivos electrónicos implantados en el corazón están destinados a ayudar en los trastornos del ritmo cardíaco, como la frecuencia cardíaca lenta o rápida. Los marcapasos y desfibriladores cardioversores implantables incluyen un "modo imán" diseñado para ser utilizado cuando un paciente se somete a un procedimiento en el que es posible que se produzcan interferencias electromagnéticas, o cuando la suspensión del dispositivo es necesaria para el tratamiento médico.
Sin embargo, esta función también puede activarse accidentalmente a partir de fuertes campos magnéticos superiores a 10G, lo que puede alterar el funcionamiento del dispositivo y provocar graves daños al paciente.
Hace años los imanes con esa potencia capaz de activar este modo magnético eran muy grandes e identificables, como los altavoces estéreo o los motores electrónicos de las herramientas inalámbricas. Sin embargo, con el desarrollo tecnológico se pueden encontrar fuertes campos magnéticos en auriculares, cerraduras de puertas o pequeños altavoces de teléfonos.
Los investigadores probaron la salida del campo magnético de todos los modelos de iPhone 12 y Apple Watch 6 a diferentes distancias de los dispositivos. Descubrieron que todos los dispositivos tienen campos magnéticos estáticos significativamente superiores a 10G en la proximidad, lo suficientemente altos como para poner los dispositivos cardíacos implantados en modo imán. Sin embargo, cuando se mantiene una distancia de separación de 15 centímetros o más, los teléfonos y relojes no activan el modo imán.
"Debido a estos resultados, estamos tomando medidas para proporcionar información a los pacientes y a los proveedores de atención médica para asegurar que son conscientes de los riesgos potenciales y que pueden tomar simples medidas proactivas y preventivas como mantener los aparatos electrónicos de consumo, como ciertos teléfonos móviles y relojes inteligentes, a 15 centímetros de distancia de los dispositivos médicos implantados y no llevar aparatos electrónicos de consumo en un bolsillo sobre el dispositivo médico", aconseja Seidman.
"Creemos que el riesgo para los pacientes es bajo y la agencia no tiene conocimiento de ningún acontecimiento adverso relacionado con este tema en este momento. --prosigue--. Sin embargo, se espera que el número de aparatos electrónicos de consumo con imanes potentes aumente con el tiempo. Por lo tanto, recomendamos a las personas con dispositivos médicos implantados que hablen con sus proveedores de atención médica para asegurarse de que entienden este riesgo potencial y las técnicas adecuadas para un uso seguro".