Nuevos estudios avanzan en las causas del vitíligo, la aparición de manchas sin coloración en la piel

  • Los factores genéticos y ambientales son clave en la aparición del vitíligo

Tanto los factores genéticos como los ambientales juegan un papel importante en la aparición del vitíligo, una enfermedad autoinmune que provoca la pérdida de color en las manchas de la piel, según concluyen dos nuevos estudios de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado (Estados Unidos). Los hallazgos, publicados en la revista 'American Journal of Human Genetics', también muestran que todavía hay muchos otros factores, aún no identificados, que contribuyen al inicio del vitíligo.

"El vitíligo ha sido quizás la enfermedad más fácil de todas las enfermedades complejas de resolver", explica el autor principal de estos trabajos, Richard A. Spritz. El investigador revisó dos tipos de casos de vitíligo: simple y múltiple. En la mayoría de los casos, aparece en individuos sin antecedentes familiares de la enfermedad, que se conocen como casos simples. En los casos de multiplexación, hay otros miembros de la familia con vitíligo. En su trabajo, combinaron las 50 variantes de riesgo comunes del vitiligo para hacer una 'puntuación de riesgo genético', y luego compararon los casos simples y múltiples.

"Encontramos que la puntuación de riesgo genético del vitíligo es más alta en las familias de multiplexación que en los casos de simple, y cuanto más afectados se encuentren los parientes en la familia, mayor será la puntuación de riesgo. Esto significa que el vitíligo en familias multiplexadas y en casos simples es básicamente el mismo, pero que las familias con múltiples parientes afectados tienen un mayor riesgo genético. Eso significa que los mismos tratamientos probablemente serán efectivos en ambos tipos de casos", aseguran los científicos.

Ese hallazgo complica la capacidad de los científicos y médicos que quieren predecir quiénes podrían verse afectados por el vitíligo. Los casos simples y los casos múltiples parecen involucrar en su mayoría las mismas variantes genéticas subyacentes, con diferentes pacientes que sólo tienen diferentes combinaciones de variantes de riesgo genético.

En otro de sus trabajos, Spritz y sus coautores apuntan que la edad promedio de aparición del vitíligo en pacientes ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Pasó de ser principalmente una enfermedad de inicio pediátrico a ser una enfermedad de inicio adulto durante el periodo 1970-2004. "Esto es asombroso. Nuestros genes no han cambiado durante ese período de tiempo; los genes alterados o incluso los efectos de los genes no parecen ser la causa. Esto debe reflejar algún cambio ambiental beneficioso que de alguna manera retrase o reduzca el desencadenamiento del vitíligo en personas que son genéticamente susceptibles. ¿Por qué? No lo sabemos", concluyen.